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Todas las miradas están sobre mí, creo que me adelanté un poco ante aquella confesión, no era el momento. Pero ver como Alexander le habló con tanta confianza hizo que un sentimiento de molestia creciera en mí, y no es porque me moleste que Alex se lleve bien con ella, sino más bien porque yo quisiera tener la misma facilidad de hacerla reír.
—¿A qué te refieres con tu elegida? —Interroga mi hermana, pero al ver mis ojos su boca se abre por la sorpresa —. ¡No puedo creerlo! ¡Esto es increíble! —Exclama mi hermana dándome a entender que está más que feliz.
Mi mirada se dirige hacia la protagonista de esta historia, ella está en un estado se shock. No dice absolutamente nada, cosa que me preocupa. A lo mejor ella no sabe nada sobre el hechizo, y menos lo de la maldición.
Veo como su amiga la toma del brazo, tal acto parece sacarla de su estado, su mirada rápidamente busca la mía, sus ojos tienen un toque de felicidad, pero al mismo tiempo sorpresa.
—Necesito que por favor me den un momento a solas con ella. Tengo muchas cosas que explicar —solicito. Todos asiente y deciden continuar con el recorrido, a excepción de su amiga, quien la sigue tomando del brazo. Sheyda voltea a verla y hace un pequeño movimiento con la cabeza dando a entender que se puede ir.
Me volteo hacia ella, y con un ademan la invito a seguirme. Me dirijo hacia el jardín, ahí podremos hablar tranquilamente.
Cuando llegamos a este tomamos asiento en unas sillas que se encuentran bajo un gran árbol. Al inicio nadie dice nada, no sé cómo empezar a explicarle todo. Mientras trato de buscar las palabras correctas ella comienza a hablar.
—Cuando dijiste que soy tu elegida, te refieres a la pareja destinada que te designó Afrodita en aquel hechizo que lanzó para prevenir lo que Zeus hizo con ella, ¿No es así? —Sus palabras me hacen sentir un poco de alivio, al parecer está al tanto del hechizo, creo que eso podría facilitarme un poco las cosas.
—Así es, veo que conoces el hechizo que está sobre la familia, pero principalmente sobre mí, al igual que la maldición —iba continuar hablando, pero ella interrumpe.
—¿A qué maldición te refieres? —Pregunta. La preocupación es mas que evidente en su rostro.
—Ya entiendo que solo conoces una parte de la historia de mis antepasados y mi familia —hago una pequeña pausa para tomar sus manos entre las mías.
«—Sabes bien que toda mi familia es descendiente puro de Afrodita, por ello somos bendecidos por su hechizo para encontrar a nuestro verdadero amor, el cual tendríamos que respetar, cuidar, y sobre todo amar. Nuestros ojos cambian de tonalidad al tenerla cerca, pero solo con ella nuestros ojos serán gris azulado, mientras que con otras personas serán marrón —le doy un poco de contexto.
—Sí, eso lo sé perfectamente, pero ¿Qué tiene que ver la dichosa maldición? —Cuestiona poniendo toda su atención en mí. Esta mujer me mira y provoca que mis nervios florezcan.
—Verás, Hefesto, quien fue esposo de Afrodita segado por su ira hacia ella y sus infidelidades, lanzó una maldición, la cual comienza conmigo, —hago una pequeña pausa para tomar aire y continuo —esta, consiste en que inmediatamente después de conocer a nuestra elegida solo contamos con un año para poder enamorarla. Durante este año debemos respetarnos, cuidarnos el uno al otro, sernos fieles, proteger nuestra relación de aquellos que no la quieran.
«Todo eso suena muy bien, sin embargo, si se cumple ese lapso y la elegida no se enamora, o alguno de nosotros comete una infidelidad, el castigo para ambos será una dolorosa muerte. Puesto que, aunque la otra persona no tiene culpa, por el solo hecho de haber sido la pareja elegida de un descendiente puro de Afrodita, nadie más podrá amarlo. —Concluyo y mi vista se dirige hacia la castaña de ojos ambarinos que tengo al lado. Estaba procesando todo lo que le había dicho.
—Entiendo, entonces solo tienes un año para hacer que me enamore de ti, si esto no sucede moriré. ¡Dios donde me vine a meter! —Exclama, al parecer está molesta y al mismo tiempo asustada.
—De verdad lo siento, entenderé si prefieres irte y no estar a mi lado. Jamás te obligaría a quedarte si tu no lo quieres —aclaro, pero no mentiré, el hecho de pensar que ella pueda irse, que prefiera morir antes que estar conmigo me causa punzadas en el pecho. No la quiero dejar ir, pero si su decisión es alejarse, lo respetaré. Aunque eso implique morir.
—Espera, no quiero morir y mucho menos que tú mueras. Solo necesito un poco tiempo para asimilarlo, solo eso — se levanta y abandona el lugar.
Me quedó un momento sentado en el mismo lugar, prefiero darle su espacio. Comprendo que no es fácil de asimilar, el hecho de que tienes que estar al lado de alguien que no conoces por un hechizo y, peor aun, saber que puedes morir si decides no hacerlo.
Luego de un rato sentado, decido alcanzar a mi hermana en su recorrido por el palacio. Luego de buscarlos los veo entrando a la habitación que mi hermana usa como biblioteca personal.
Entro atrás de ellos, nadie se ha dado cuenta de mi presencia, observo como Trina le muestra a Sheyda el lugar donde se encuentra "Mi Dulce Criatura" el libro que es de su autoría.
Ella sonríe al ver que mi hermana lo tiene en un sitio muy especial. Trina le pasa un marcador, el cual la castaña toma para escribir algo dentro del libro. Al parecer lo está firmando.
Mi mirada sigue sobre la dueña de todo lo que me enamora. Supongo que ella la siente porque voltea a verme, cuando lo hace me ofrece una pequeña sonrisa. La cual hace que experimente todo aquello que nunca he sentido. Espero que pronto asimile todo esto, ya quiero empezar a enamorarla. Quiero comenzar a conquistar a mi reina.
Hola!!! Espero que se encuentren súper bien.
Bueno lo prometido es deuda, aquí les dejo los dos capítulos que les prometí en agradecimiento por todo el apoyo y amor que le están dando a mi novela.
De verdad no sé cómo agradecerles, son increíbles. Deseo con todo mi corazón que la historia les esté gustando tanto como a mí.
Les mando un fuerte abrazo y puras vibras bonitas ✨
Evelin C.
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ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS
Romance¿Te imaginas estar enamorada del próximo rey de Grecia? ¿Saber qué no tienes esperanza puesto que bajo su familia hay un hechizo del amor verdadero? Bueno, Sheyda no está lejos de ello. Desde que tiene uso de razón su corazón solo late por una sola...