Perdidos [DBZ x Naruto Shippuden]

Capítulo 04: ¡Todos por la esfera!

Un nuevo día comenzó en la aldea de la Hoja, era bastante temprano cuando ya podía verse a dos pequeños de pie frente al escritorio de la Hokage. Ambos llevaban ropas muy distintas a las de ayer, pues además de la banda ninja también les asignaron nuevas vestimentas para no llamar tanto la atención durante su estadía en la aldea.

—Y eso es todo, ¿Entendieron lo que deben hacer? —Tsunade terminó de leer el informe y lo colocó sobre la superficie de la mesa, al hacerlo, notó como los dos estaban tambaleándose de sueño—, ¡¿ME OYERON?! —con su gran fuerza le propinó un golpe a la mesa que hizo saltar a ambos.

—¡A-Ah, sí! —Trunks volteó a todos lados, creyendo que el estruendo había sido provocado por algo mucho más grande.

—¡Ayudar al arroz y plantar a los campesinos, entendido! —sentenció Goten, saliendo de su trance.

Una notable vena creció en la frente de Tsunade, ¿Hace cuando que no trataba con niños? Bueno, eran casi igual de irritantes que Naruto.

—Ayudar a los campesinos y plantar el arroz —lo corrigió entre dientes—. La próxima vez que se queden dormidos cuando les estoy hablando los mandaré a casa de un golpe. —advirtió poniendo una mirada amenazante.

—¡Ay, pero si es su culpa que tengamos sueño! —Goten rápidamente se defendió—, ¡Usted nos llamó aquí muy temprano!

—¡Sí, hasta Videl sigue durmiendo muy tranquilamente! —lo apoyó Trunks igual de desconforme.

—¿No querían ascender de rango ninja? Cumplir con sus misiones en tiempo y forma es parte de la disciplina que necesitan. Además, esta misión tan importante solo puedo confiarselas a ustedes. —dijo lo último con un tono persuasivo.

Rápidamente las miradas de ambos brillaron.

—¡Nosotros vamos a terminar muy rápido! ¿No es así, Goten? —miró con entusiasmo a su amigo.

—¡Sí! ¡Ya verá que no se va a arrepentir!

—Muy bien, entonces vayan. —finalizó manteniendo su semblante serio.

Ahora los niños estaban tan motivados que salieron de la oficina a toda prisa echando humo y haciendo que todos los que iban por los pasillos tuvieran que arrojarse a un lado para no ser atropellados.

"Bien, eso los mantendrá ocupados" Pensó mientras recordaba la advertencia de Videl, sobre que ese par eran muy impulsivos y si se enteraban que ella iba a salir de la aldea harían todo un escándalo.

Un rato más tarde, podría verse a Goten y Trunks saltando de un lado a otro mientras plantaban arroz como si fuera todo un arte. Los campesinos que los miraban quedaron con la boca abierta por el poco tiempo que los tomó abarcar un terreno tan grande.

Cerca de donde se encontraban ellos, había un bosque en el que un chico y su perro entrenaban desde temprano. Los dos iban por las ramas hasta que el canino se detuvo a olfatear algo.

—¿Qué sucede, Akamaru? —Kiba contempló como el perro empezaba a escarbar debajo de un árbol, eso lo dejó muy confundido—, ¿Encontraste algo muchacho?

El chico se acercó hasta el, notando como de la tierra empezaba a sobresalir un resplandeciente color naranja. Kiba término de sacar el objeto, sosteniendo en su mano una esfera con tres estrellas.

—¿Y esto? Es muy feo —espetó con una mueca en el rostro.

El joven no pudo analizar la esfera mucho más porque de repente desapareció de su mano.

—¡No puede ser, la tenemos! —un pequeño Goten cayó sobre la rama de un árbol sujetandola con sus manos—, ¡Es la de tres estrellas!

—Quien iba a imaginar que la encontraríamos tan pronto en este lugar —le contestó Trunks, apareciendo a su lado.