Perdidos [DBZ x Naruto Shippuden]

Epílogo.

Habían pasado 15 largos años desde que un par de niños salieron accidentalmente de un portal, por supuesto que aquella historia nunca fue olvidada por nadie. Pero actualmente, los jóvenes que vivieron ese acontecimiento siguieron su camino y formaron sus propias familias, dando paso a la siguiente generación de ninjas.

La aldea de la Hoja era la que más avances tecnológicos sufrió desde entonces, además, en vez de cinco rostros en la montaña de los Hokages podían verse siete en total. El último y actual era Naruto Uzumaki.

Lo que sucedía ahora en la aldea eran los exámenes Chunin en su última etapa. Los cinco Kages ya habían cambiado a excepción de Gaara, y se encontraban observando al igual que el público la pelea de Boruto Uzumaki contra Shikadai Nara. El enfrentamiento tenía la atención de todos, en especial de Naruto que notaba algo extraño en la manera de pelear de su hijo. El séptimo se dió cuenta del artefacto que Boruto estaba usando para hacer trampa y lo expuso ante todos decepcionado.

Fue en ese momento que una sensación extraña atacó a Naruto, llevándolo a mirar arriba en donde dos individuos estaban flotando. Uno era tan grande que el segundo se podía sentar perfectamente sobre su hombro.

—Por fin te encuentro —dijo Momoshiki sonriendo de forma socorrona y seguidamente los dos descendieron en pleno campo de batalla, interrumpiendo los exámenes.

—Ponte detrás de mí —Naruto avanzó frente a Boruto y extendió un brazo para que no interviniera.

A una velocidad impresionante, Momoshiki mandó a volar a Naruto de una patada atravesando una de las paredes del estadio mientras que Kinshiki iluminó sus dedos con cinco destellos rojos que al estrellar contra el suelo provocó que el estadio empezara a derrumbarse a pedazos. Todos los ninjas presentes se encargaron de proteger a los civiles a toda costa, abandonando el lugar a la brevedad.

Boruto estaba tirado en el suelo, casi temblando del miedo cuando Momoshiki se paró delante de él. El joven rubio lo atacó con los Jutsus que el aparato en su muñeca guardaba pero Momoshiki los absorbió todos con una sola mano. Naruto volvió a aparecer para tomar a su hijo y alejarse lo más posible, deteniendose a la par de Sasuke que protegía a Sarada.

—¡¿Qué está pasando?! —exigió saber Boruto desesperado.

—No podemos usar nuestros poderes aquí, terminaremos arrastrando a todos —dijo Sasuke sin perder la calma.

—Yo soy su objetivo, así que voy a atraerlo —declaró Naruto firmemente.

El par de intrusos pretendían elevarse en el cielo pero de repente un resplandor los cegó momentáneamente a todos, seguido de eso algo aterrizó con tanta fuerza que una cortina de polvo se levantó. No podían ver con claridad que acababa de ocurrir pero a través de la nube grisácea parecía haber alguien. Los dos Ōtsutsuki se mostraron igual de perplejos porque no era obra suya.

—Oye Wiss, este no es el planeta de Kaiosama del norte —una cola morada se dejó ver entre el polvo.

Poco a poco la nube se fue disipando, revelando a otros dos sujetos desconocidos. El primero era una especie de gato humanoide y el segundo parecía un hombre sumamente alto y de complexión delgada que sostenía un báculo.

—No sé que sucedió, señor Bills. Estoy seguro de haber fijado el destino correctamente —el angel Wiss se puso a revisar una imagen del espacio que proyectó con ayuda de su báculo.

—¿Qué rayos...? —inquirió Naruto con una ceja alzada.

Todos estaban sumamente confundidos con los nuevos intrusos. Eso supuso una amenaza para los Ōtsutsuki, creyendo que venían a interferir con sus planes.