1. Charli

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CHARLI DAMELIO

—Bueno... Ahora que estás más calmada, podrías explicarme, ¿por qué le cortaste un mechón de pelo a tu compañera?

—Ella empezó a molestarme primero, solita se lo buscó —respondí.

—¿Qué te hizo para que llegues al punto de cortarle el cabello? —volvió a preguntar la directora.

—Empezó a divagar un rumor falso sobre mi vida privada, ¿feliz?

—Charli, eres una muy buena alumna, necesito que me digas qué tipo de rumor fue el que esparció tu compañera para que reaccionaras de tal manera.

—Dijo que mi familia es una asesina, que yo en el futuro sería igual y "seguiría" —hice comillas con las manos— sus pasos.

—Lamentablemente, tu reacción me mete en la obligación de que te ponga 3 días de detención, es decir, no podrás asistir al instituto.

—¡Ella fue la que inventó el rumor sobre mi familia, no yo! ¡No creo que Sofia se vaya a morir por cortarle un mechón de cabello! —al decir esto, la profesora retrocedió 2 pasos con miedo— ¿Qué? ¿Ahora me tiene miedo a que le corte el pelo?

—Me llevaste al límite, Charli. Tendré que llamar a tus padres e informarles sobre tu comportamiento inadecuado.

—¡Oh, vamos! ¡Es sólo cabello! ¡El cabello crece! ¿Sólo va a llamar a mis padres porque se conocen desde hace años?

—No es por el hecho que conozca a tus padres, querida. Son tus padres y merecen saber lo que sucede en tu vida.

—¿Osea que la culpa la tengo yo? Sofia sale por todo el instituto diciendo un rumor que es absolutamente falso y yo obviamente respondo, ¿y soy yo la que queda expulsada por 3 días?

—No se trata de quien tenga la culpa, si no de tu sobre reacción. A ella le llamaremos a sus padres y tú, te vas durante 3 días a meditar lo que hiciste, en casa.

—Claro, claro, ella es la pobrecita ahora. ¡Por lo menos que tenga un día de detención!

—Señorita Damelio, basta. Esta conversación queda aquí, y punto final.

Me senté rendida en una de las sillas de la oficina de la directora. Llamó a mis padres los cuales no tardaron en llegar.

—¡Grace Damelio! ¿Qué te he dicho de controlar tus emociones?

—¿Podemos irnos ya? Quiero saber cuantas semanas de castigo tendré esta vez —sonreí divertida.

—Señor Damelio. Necesito hablar sobre algo importante con usted...

Mi padre y la profesora fueron a las afueras de su oficina. Mientras que mi madre seguía regañandome.

—Bien. Char, vamos a casa.

—Ya voy, papá. Antes, ¿puedo ir a despedirme de mi querida amiga Sofía? —sonreí a lo que sólo recibí una mala mirada de su parte.

—Vamos. Ahora.

El trayecto hacia mi acogedora casa fue silencioso. O tal vez para mí. Mientras mis padres hablaban de algo en lo que no presté atención en lo absoluto, yo escuchaba música con audífonos.

Hasta que llegamos a casa. Sabía que me iban a castigar sin salidas ni televisión. Aunque me da igual sinceramente.

—Bien, hablen. Estoy ansiosa por saber mis semanas de castigo.

—Hija... Yo y tu madre hemos tomado una decisión... Y no es algo a lo que te puedas oponer ya que ya está decidido —habló mi padre.

—Hija, hemos decidido que te enviaremos a un internado —esta vez habló mi madre.

Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora