Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1

37. Nuevo Comienzo

Atentxs que en alguna parte del capítulo sale el significado de la abreviación HM. El que la encuentre primero se gana un capítulo dedicado.

CHARLI DAMELIO

Bien... No tengo que perder la compostura, menos cuando estoy enfrente de dos completos desconocidos.

Me incomoda que me vean en este estado y que la chica, la cual si no recuerdo mal se llama Angie, me vistió y vió a más profundidad las marcas a lo largo de mi delgado cuerpo.

—¿Dónde estoy? —vuelvo a preguntar.

—Estamos en la bahía de San Francisco —responde Jack—, esta es nuestra cabaña donde nos quedamos cuando venimos aquí.

Bien, lo que voy a preguntar ahora, va a ser un tanto incómodo.

—¿No hay algún internado cerca de aquí?

—Lo más cerca es en la ciudad, es decir, en San Francisco.

—¿Consumes drogas? —pregunta Angie, ganándose un codazo por parte de su hermano.

—No, pero me sometieron y me inyectaron droga durante 16 días, por esto es que estoy en este estado —apunto a mi cuerpo.

No vale la pena mentir y negar todo, se ven buena gente, por lo que quizá puedan ayudarme.

Mis manos tiemblan, sudo frío, pero mi frente está ardiendo, son algunos de los efectos de la droga, mi organismo la está pidiendo.

De la nada, empiezo a llorar, recordar todo lo que pasé me hace mal, pésimo si soy honesta.

—¿Hay algún tipo de locomoción para ir a la ciudad? Necesito ir lo más antes posible...

—Escucha, como estudiante de medicina te recomiendo que te quedes un par de días aquí, para que puedas recuperar un poco de peso... Y ya sabes, estar preparada mentalmente para internarte

Como si fueran a aguantar a una maldita drogadicta en su casa.

—No quiero ser una molestia, me siento bien para internarme, en serio.

—Linda... —esta vez, me habla Angie—. Apoyo la idea de mi hermano, tu estado es... No es el mejor, podrías desmayarte en cualquier momento.

Pues para eso hay doctores en ese tipo de internados.

—Está bien —accedo—. Pero les agradecería que me hablen como si fuera una persona normal, no una drogadicta, ni tampoco quiero que me tengan lástima o algo parecido.

—Tranquila, tú no te preocupes por eso, tienes nuestra palabra de que eso no sucederá.

—Gracias.

Me les quedo viendo, no tengo ni la menor idea de qué hacer, es decir, ¿qué haces en la casa de dos desconocidos?

¿Ir a su nevera y comerte la comida que gustes como si fuese tu casa?

También necesito saber donde dormiré, no creo dormir en la habitación de Jack ya que... Bueno, es su habitación.

—Oh, lo siento —habla Angie al notarme incómoda—. ¿Quieres comer con nosotros? Puedes comer lo que gustes, también puedo enseñarte la habitación en donde te quedarás.

Dios, es demasiado amable.

No es que me moleste, pero mi personalidad no pega con la amabilidad.

Y la única persona que vió mi parte amable e indefensa, fue él.

El que no fue capaz de ir a buscarme, hasta podría estar segura de que ni siquiera lo intentó.