26. Problemas

694 71 43
                                    

CHASE HUDSON

Ha sido una noche bastante extraña a mi parecer. Tomando en cuenta que, Charli me cuenta de básicamente toda su adolescencia y después nos besamos, en reiteradas ocasiones.

Tuvimos que quedarnos unos minutos más ya que no queríamos encontrarnos con las figuras desnudas post-sexo de Dixie y Noah.

—Creo que ya terminaron —habla Charli—, no se escuchan más gemidos.

Empiezo a pararme para poder bajar.

—Solo espero que ya no estén desnudos...

Bajamos con mucho cuidado e intentando no hacer ruido, lo logramos con éxito. Nos adentramos al granero, y contamos con la suerte de encontrar a Dixie y Noah con ropa, para nuestra sorpresa, ambos están despiertos hablando.

—Por favor diganme que usaron preservativo —les pregunto.

—¿Qué? —pregunta Dixie

—Uy, no se hagan, desde arriba se escuchaban sus gemidos —alega Charli.

—Sí usamos —responde Noah.

—¡Noah! —lo regaña Dixie.

—¿Qué? —se encoje de hombros— En algún momento lo iban a saber.

—Bien —hablo—, no es que me importe su vida sexual pero, ¿donde mierda consiguieron preservativos? Es decir, estamos en pleno campo.

—¿Nos creerían si les decimos que tenía un preservativo en mi pantalón?

—Espera —habla Charli—, ¿me estás diciendo que todas nuestras municiones cayeron al agua, menos el maldito preservativo?

—Exacto.

—Charli —le habla su hermana. La antes nombrada asiente con una sonrisa de boca cerrada como señal de que siga hablando—, ¿estuviste llorando? Es decir, tus ojos están hinchados.

Charli me mira y agacha la mirada enseguida, pero decide responder.

—Si —responde con sinceridad—. Pero nada de qué preocuparse.

Dixie la mira poco convencida pero no dice nada más. Ahora si, nos acomodamos en el heno —con un poco de asco ya que había cierto olor a sexo—, y nos preparamos para dormir.

Despierto por algo viscoso que cae sobre mi cara. Entre abro los ojos y casi pego un grito al ver una vaca frente a mi cara. Me alejo rápidamente, intento pararme con rapidez, pero casi caigo al olvidar el dolor de mi pierna derecha.

—¿Despertaste? —pregunta Charli adentrándose al granero. Me le quedo viendo un poco más detalladamente y la veo con una camisa cuadrille de color celeste y unos vaqueros.

—No fíjate, duermo con los ojos abiertos —bromeo—. ¿Y esa ropa? —enarco una ceja.

—Oh, cierto. Los dueños del granero nos dejarán quedarnos aquí por un tiempo y nos prestaron ropa. Pero a cambio de estadía, debemos trabajar con los animales —apunta su ropa—, por eso mi vestimenta de hoy, ¿cómo me queda?

—Yo digo que se me vería mejor a mí —la molesto.

—Ven, a unos cuantos pasos está la casa de los dueños, es una pareja ya de edad. Debes cambiarte.

Me levanto y la sigo. La casa no es ni tan grande ni tan pequeña. Los dueños son una pareja de ancianos, que rondan los 50 años. Ambos son bastante amorosos. Nos darán una habitación para los cuatro, tiene dos camas, nos dijeron que era problema nuestro como nos las arreglabamos.

Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora