31. Nos Volvemos A Encontrar

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CHASE HUDSON

¿Cómo nos encontraron?

Miles de policías están fuera de casa, interrogando a mi familia, nunca pensamos en qué hacer si nos encontrabamos en esta situación.

Además que Charli se está recuperando de un ataque de ansiedad, no es bueno estresarse después de uno.

—¿Qué hacemos? Estoy perdida...

Agarro firmemente la mano de Charli para después empezar a correr sin rumbo.

—¡Ahí están! —logro escuchar como grita un policía a lo lejos.

Corremos y corremos, pero cada paso que damos, es un policía más que nos sigue sin parar.

De un momento a otro me encuentro de rodillas en el suelo, siento una descarga eléctrica sobre mi espalda, la que me hace retorcerme en el piso. Esto me hace soltarme de Charli.

—¡No lo lastimen! —grita Charli.

La descarga eléctrica parece tener niveles, los sollozos de Charli cada vez son más fuertes, al igual que mis quejidos por el dolor. Al ver que nadie hace nada, Charli vuelve a hablar.

—¡Está bien! ¡Me entregaré, pero no le hagan daño a nadie!

Suelto un suspiro largo después de dejar de sentir la electricidad sobre mi cuerpo. Levanto la cabeza con lentitud, viendo como Charli aprieta la carta de su mejor amigo, o novio, lo que sea que fueran, sobre su pecho, mientras llora sin control. Cierra los ojos, como si quisiera que todo esto fuese mentira.

Veo que muchos policías se acercan a ella, con esposas en mano. Frunzo el ceño cuando veo que un policía tiene una jeringa con aguja en la mano izquierda, la cual esconde tras la espalda.

Quieren dormirla.

Intento levantarme, pero mis piernas parecen no funcionar después de la descarga de hace unos minutos.

—¡No se atrevan a tocarla! —les grito. Hacen caso omiso a mis gritos.

Le ponen esposas en sus muñecas y tobillos, cuando veo que el hombre con la jeringa se acerca a Charli, grito.

—¡Charli, cuidado!

Es demasiado tarde cuando grito. La aguja termina sobre el brazo derecho de la pecosa, esta suelta un grito ahogado en dolor.

Inyectan el líquido que tenía la jeringa, Charli trata de soltarse pero es nulo, sus pasos son cada vez más lentos y torpes.

Me siento un inútil viendo como la manejan a su antojo, no puedo hacer nada porque mi cuerpo no responde.

Y es nulo usar nuestros poderes, siquiera podemos manejarlos durante cortos minutos, creo que deberían haberle dado nuestros poderes a otros que si puedan y quieran tenerlos.

Muchos se preguntarán por qué no me gusta tener los poderes. Fácil. Gracias a esos malditos poderes estamos donde estamos, escapando y tratar de mantenernos con vida.

El líquido inyectado en el brazo de la pecosa, parece hacer efecto, ya que esta cae sobre los brazos de los guardias, al parecer, le inyectaron un calmante, o por lo menos espero que no sea más que eso.

La cargan y se la llevan a un auto policíaco. Todos se van, dejándome en el suelo, tirado sin poder hacer nada.

CHARLI DAMELIO

Lo último que recuerdo fue un dolor punzante sobre mi brazo derecho, desde ahí, vi todo en negro.

Despierto pero no abro los ojos, trato de estirarme pero es un esfuerzo nulo al notar que tengo los brazos atados. Abro los ojos de golpe, pero los cierro de igual manera cuando la fuerte luz blanca interrumpe mi vista.

Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora