9. ¡No Me Toques!

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⚠️Este capítulo puede tener contenido que incomode al lector⚠️

CHARLI DAMELIO

—¿Podemos salir del hotel, cierto?

—Sí —respondió Dixie—. Pero nos dijeron que podríamos salir máximo una hora por día, ¿saldrás?

Los orientaré un poco. Ya ha pasado un día de que llegamos a este aburrido hotel. Y ese largo día se ha basado en peleas por quién ocupa primero el baño, quién está en el balcón, quién usa tal cama, etc. Y es por esto que quiero salir y despejarme un poco.

—Así es. No iré muy lejos así que no creo demorar demasiado.

—Supongo que no pretendes ir en pijama, ¿no?

—Claro que no, Chase.

Él es otro caso. Cada vez que puede, discute conmigo. Así que creo que él también incluye en las razones del por qué quiero salir de aquí y no escuchar a nadie.

Agradezco que en estos momentos ninguna de las 3 personas con las que convivo no se encuentren en el baño. Me adentré a este para vestirme. Como hoy era un día soleado, decidí ponerme un vestido estilo campana con un estampado floreado. Si bien no pudimos traer nada de ropa del internado, aquí tenían ropa para los huéspedes. Ya lista, salí de la habitación. Decidí no llevar nada, tampoco es que tenga muchas cosas pero sólo pretendo salir a tomar aire.

—Charli —habló Dixie. Yo asentí como respuesta para que siguiera— lleva tu celular de repuesto.

—¿Para qué?

—Te puede pasar algo en el trayecto y no sabrás como comunicarte.

Nah. No me pasará nada, no creo que nadie quiera secuestrarme, así que estamos bien. No te preocupes por mí, volveré en unos 15 minutos.

—Bien. Cuídate, no vayas tan lejos.

Asentí.

¿Por qué se preocupa tanto por mí? Es decir, ¿qué podría pasarme? Exacto. Nada.

Salí del hotel tranquilamente. Este tiempo que estemos en el hotel tendríamos el permiso de salir durante una hora al día. Teníamos una especie de pase con el cual podríamos pagar lo que quisiéramos comprar, por esto, iré a comprar un helado a una heladería cerca de aquí.

Agradezco no haberme topado con Nessa. Ya que ella y su grupo igual se quedan en el mismo hotel que yo.

Ya en la heladería, vi todos los sabores de helado que habían. Eran bastante exóticos pero siempre me iré por el más tradicional. Vainilla.

—Señorita —habló la que trabaja en el lugar—, ¿qué le gustaría pedir?

—Eh... ¿Puede darme un helado simple de vainilla, por favor?

—Claro, pase por la caja para pagar.

Hecho todo el procedimiento, al fin me dieron mi helado. Si bien podía haberlo tomado e irme sin pagar, no tenía ganas de correr y además tenía esa tarjeta que básicamente nos brindaba cosas gratis.

Decidí sentarme en unas bancas de un parque cercano a comer mi helado. Pude ver a muchos niños corriendo y jugando de un lado a otro. Ugh. Odio a los niños, odio la felicidad que tienen. Son demasiado pequeños para ver toda la maldad de este mundo. Si hay algo que me molesta o incómoda es la gente demasiado feliz, es como si no vieran que el mundo está lleno de odio. Literalmente no sé cómo hacen para siempre tener una sonrisa en el rostro, es como si la tuvieran tatuada.

Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora