3. Chase

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CHASE HUDSON

Se montó un tremendo espectáculo en el comedor.

Desde hace unos meses, no muchos, decidieron que sería buena idea juntar el internado de chicos con el de chicas para hacer ciertas actividades y para comer.

Estábamos terminando la cena cuando Nessa —mi ex—, se le acerca a Charli. No pudimos escuchar bien ya que los chicos tenemos mesas separadas a las de las chicas. Pero con solo ver, no era nada bueno. Nessa le había tirado un jugo a Charli sobre su ropa, a lo que esta respondió tomándola del cuello.

¿Acaso esa chica acostumbra golpear a los demás?

No tengo idea. Le dijo algo más al oído y se fue. Supongo que a su habitación ya que a esta hora no podemos salir.

Nos conocimos de una manera bastante... peculiar. A simple vista, puedes ver que es una de esas niñas mimadas, niñas de papi, cosas así. Claramente, yo se lo dije a la cara, sin titubeos. A lo que recibí un golpe en mi entrepierna de su parte. No les voy a negar que no tiene fuerza, porque sí que la tiene.

Al terminar de comer, nos fuimos a nuestra parte del internado. Digo parte del internado puesto a que el internado está dividido en 2 partes. Una parte es de mujeres y la otra de hombres. No comparto habitaciones con nadie, o por lo menos, no por ahora.

La razón por la que me enviaron aquí fue insólita. Según mi madre, fue porque no hago nada en casa y que tenía que hacer algo por mi vida en vez de andar de fiesta en fiesta todos los días. Es la razón más estúpida que he escuchado, pero bueno, es mi madre después de todo.

—Chase, aquí tienes tu uniforme. Recuerda que mañana las clases empiezan a las siete de la mañana.

—Gracias, Laura.

—Por cierto, mañana tendrás un nuevo compañero de cuarto al cual también tendrás que enseñarle el interior del internado y también explicarle las reglas, horas, y todo lo que sabes, ¿de acuerdo?

—Está bien. Buenas noches —sonreí.

Laura. Es una de las personas que trabaja en el internado. Le tengo confianza porque es amiga de mi madre, aunque ella haya sido la de la idea de enviarme aquí, aún así, es una de las pocas personas con la cual puedo hablar tranquilamente.

Revisé el uniforme. Era un asco. Era color burdeo con unos toques de amarillo. Es la primera combinación más horrible que he visto a lo largo de las escuelas en las que he estado.

Decidí darme una ducha rápida pero relajante. Me ayudaba a dormir mejor y combatir con mi insomnio. Generalmente duermo a eso de las cuatro de la mañana, pero teniendo en cuenta que tengo clases a las siete y debo despertar a las seis... es decir, no creo que mi cerebro funcione del todo al dormir solo 2 horas. Y es por esto que tengo que empezar a regular mi sueño o simplemente tomar pastillas para dormir.

—Pero miren a quien tenemos aquí. Chase esqueleto Hudson.

—Escucha, Dylan. No tendré problema con estampar mi puño contra tu cara —dije molesto.

Dylan Parker. Hermano de Cynthia Parker. Una de mis ex. Sé que muchos dirán, "¿acaso saliste con medio internado?" la respuesta es no. Solo salí con Nessa y Cynthia. Aunque a diferencia de Nessa, con Cynthia quedamos en buenos términos. Pero su hermano... Él es otro caso complicado. Me odia por haber "roto" el corazón de su pequeña hermana.

—¡Ja! ¿Tú? ¿Golpearme? Ya quisieras Hudson. No sabía que los esqueletos golpeaban, o siquiera tenían fuerza suficiente para hacer eso —burló.

—Dylan, entiende de una vez que con Cynthia quedamos en buenos términos, nunca le rompí el corazón a tu hermana y tampoco pienso hacerlo.

—Entonces explícame por qué ella llora todas las malditas noches diciendo tu nombre.

Quedé helado.

—No lo sé. No soy la única persona con ese nombre, ¿recuerdas?

—Más te vale no volver a acercarte a Cynthia. A menos de que te las quieras ver conmigo, esqueleto andante.

—¡Adiós!

Suspiré. Si fuera por mí, le hubiera golpeado de hace rato, ya que esto de molestarme y ponerme apodos se le está haciendo costumbre. Podría golpearlo, pero lo hago por mi madre, si me comporto bien podré salir de aquí. Pero si Dylan sigue llevándome al límite no dudaré en golpearlo, podré ser muy delgado pero tengo fuerza, aprendí defensa personal hace unos años, al igual como practiqué karate antes de que me enviaran aquí. Y no es por ser presumido pero era el mejor de la clase de karate, y no lo digo solo yo.

Finalmente, decidí dormir. Me esperaba un día largo de molestar a mi nuevo compañero de cuarto, y obviamente molestar a la niñita nueva esa. ¿Quién mierda se cree para pegarme al conocerme?

Encima se quedará aquí por unos largos meses, qué genial. Notese el sarcasmo.

Si hay algo que odio, son las chicas que se creen superficiales a las demás que la rodean.

Me puse una ropa holgada y cómoda para usarla como pijama. Los pijamas que tienen aquí son demasiado viejos e incómodos. Estoy seguro que heredan la ropa de estudiantes de años anteriores.

Y al fin. Recién a las 1 de la mañana pude quedarme dormido. Si bien es tarde, para mí está bien comparándolo con todas las noches.

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Ahora mismo me encuentro tratando de peinar mi cabello que no quiere quedarse en un solo lugar. Lo peino para un lado, pero se queda hacia otro, odio esto, siempre me pasa cuando estoy apurado. Exactamente me quedan 5 minutos para que llegue el chico nuevo. Aunque eso no es lo que me importa, si no, llegar temprano a la "escuela".

Después de batallar un poco más con mi cabello —el cual creo que necesita un corte urgentemente—, pude ir a mi respectiva clase. Lo primero que noté que Charli estaba en mi puesto.

—Hey, niñita —alzó una ceja—, ese es mi asiento —hice un gesto con la cabeza donde estaba sentada.

—Uy, ¿en serio? —fruncí el ceño— Pues que pena, querrás decir... Era tu asiento, ¿Acaso no ves que estoy sentada yo aquí ahora?

—Escucha, no quiero decir algo de lo que me arrepienta, ¿serías tan amable como para dejarme mi puesto?

—¿Amable? ¡Ja! Eso será lo último que seré en este mundo, pero justamente, ahora no —sonrió.

—Jóvenes —habló la profesora—. Chase, paren estas peleas de niños. Aprovecha y siéntate con Noah, él es tu nuevo compañero de cuarto —no dije nada y me senté al lado del tal 'Noah'.

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Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora