Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1

19. "Punto Rojo"

CHARLI DAMELIO

—Muero de hambre —se queja Dixie.

Mateo estuvo un rato con nosotros y después se fue, nos contó que estará de viaje por unos cuantos días y nos ayudaría en caso de necesitar su ayuda.

—Pues come algo.

—No me gusta esa comida en lata, ¿por qué no cocinas un poco?

—¿Qué voy a cocinar? A penas tenemos verduras.

—Traje un paquete de arroz —habla Chase.

—¡Bingo! —le sigue Dixie— Puedes hacer arroz con esas verduras agridulces que hacías en casa, de solo pensarlo se me hace agua la boca.

—Pero eso tarda por lo menos dos horas, y me duele la espalda.

—Te damos la cama más cómoda a cambio de que cocines, ninguno de nosotros tres sabe cocinar, solo tú.

Me tapo la cara con ambas manos. Estoy cansada, me duele la espalda después de caer en ese colchón desde seis pisos, y tuve que ir ida y vuelta con Marco en brazos, tiene 10 años, pesa como la mitad que yo, y no es que yo tenga mucha fuerza.

—Bien... Más te vale que me den esa cama porque necesito descansar. Alguno de ustedes que corte las verduras para que haga la salsa.

—Yo no.

—Yo no.

Hablan Noah y Dixie al unísono.

—Ugh. ¿Por qué yo? —habla Chase— Noah y Dixie no hicieron nada, sólo buscaron hotel.

—Cállate y ayuda a hacer la cena.

Yo saco las cáscaras de las verduras mientras Chase las corta en cuadritos, hago mi salsa agridulce, pongo todo en un sartén y empiezo a mezclar.

—Prepara el arroz —le ordeno.

—Y... ¿Cómo se hace eso?

Su pregunta me hace reír. Saber hacer arroz es lo básico para sobrevivir.

—Una taza de arroz equivale a dos de agua, pone una taza de arroz para cada uno, así sobrará para el almuerzo de mañana.

Asiente.

Mientras Chase prepara el arroz, yo sigo preparando la salsa con las verduras.

Al cabo de una hora y media, está todo listo, sólo falta servir y comer.

—Dixie, Noah, pongan la mesa, me iré a cambiar, mi ropa apesta a comida.

—¿Con qué pretendes cambiarte? —habla Chase— Aquí no hay ropa como en el otro hotel.

—Pero Mateo nos dejó un poco de ropa a todos —habla mi hermana—. La dejé en el closet de la habitación

Asiento.

Tal y como dijo, Mateo trajo ropa para todos, aunque era solo una muda, podíamos usar la nueva ropa mientras lavamos la que traíamos antes.

Para mí hay unos jeans normales y una blusa roja, Mateo sabe que odio el rojo pero aún así me compró ropa de ese color. Al igual que unas zapatillas rojas, al menos son cómodas