29. ¿Cam?

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CHASE HUDSON

Ya han pasado dos días desde que Charli se está quedando en casa, por ahora todo va normal, o eso creo.

Estos días me ha sorprendido lo bueno que está su genio, ni siquiera me ha insultado o algo parecido.

—Char... —la muevo intentando que despierte— despierta, ya nos saltamos el desayuno.

Abre un solo ojo y frunce el ceño. Se estira a lo largo de mi cama y se vuelve a acomodar, cerrando los ojos y quedándose dormida nuevamente.

Esbozo una sonrisa cuando me llega la mejor idea para despertarla.

Me paro de la cama con cuidado, tomo un poco de distancia y corro saltando encima de ella, se despierta de golpe con la furia tatuada en el rostro.

—¡Idiota! —me grita furiosa.

Vaya, había tardado en salir la Charli mal genio.

—Intenté despertarte de buena manera —me encojo de hombros—, pero seguiste durmiendo, no me quedó de otra.

—¡Chicos! —grita mi madre desde la primera planta—, ¡bajen a comer!

—¡Bajamos enseguida! —le respondo.

Charli se refriega los ojos y bosteza. Se sienta sobre la cama y abre los ojos por completo al notar que no lleva ni una sola prenda.

La miro con una sonrisa y ella se sonroja enseguida. Me mira esperando que me retire de la habitación pero no lo hago.

—¿Qué? —pregunto fingiendo inocencia.

—Te agradecería que salieras de la habitación para poder vestirme.

—Bueno... No es nada que ya no haya visto, ¿no?

Esta me come con la mirada y se levanta de la cama tapándose lo que más puede con las sábanas. Luego de unos minutos, se viste con unos shorts y una playera mía que la cubre hasta las rodillas.

Bajamos a la cocina donde nos espera toda mi familia. Mi hermana, Karissa, cocinó pasta. Hace un par de años descubrió que tenía un tipo de hobbie relacionado con la cocina, y para ser honestos, lo hace bastante bien.

—Dios —exclama Charli probando la pasta—, esto está exquisito. Karissa, debes enseñarme a cocinar —agrega con diversión.

—Con gusto te enseño —le responde—, después de todo, tenemos bastante tiempo todos juntos aún.

—Hablando de eso —habla después de tragar el último bocado que dió—, ¿cúando termina mi investigación?

—Es complicado —habla mi madre—, al ser tu madre una reconocida abogada, tiene varios contactos para que tu caso sea lo más extenso posible, por lo cual, creo que tu caso durará unas dos semanas más como mínimo.

Puedo ver la desilusión en el rostro de Char al escuchar la noticia. Sé cuanto anhela ver a Dixie, a pesar de sus indiferencias, son hermanas después de todo.

—Linda —agrega mi madre tomando la mano de la pecosa—, sé cuánto extrañas hablar y ver a tu hermana, pero solo aguanta unos días más

Charli asiente con una sonrisa.

Seguimos hablando de cosas sin sentido hasta acabar con la comida. Hoy es domingo, por lo cual toca tarde de anécdotas alrededor de la chimenea.

Entre todos preparamos el lugar, dejamos cojines alrededor de la chimenea, hacemos chocolate caliente y en unos palitos de brocheta, ponemos algunos marshmellows.

Bien —habla Marlena—, yo empiezo

Nos acomodamos para escuchar a mi hermana, la cual nos contó que cuando era pequeña, tenía una especie de amor platónico en tercer grado con el chico popular, pero este no le daba ni bola.

Después de varias risas de parte de todos, llega el turno de Charli.

Charli toma su barbilla con una mano como si estuviera pensando que decir, parece recordar algo y empieza a hablar.

—Hace unos años iba al psicólogo, nada importante en ese entonces.

Sé que le está quitando importancia.

—Y mi psicóloga me hacía dibujar cosas que para mi no tenían sentido, tipo, "hace una niña con un paraguas" claro, y yo lo hice, otro día me dijo, "dibuja una casa y un árbol" y yo, lo hice. Pero mi error fue pintar el techo rojo. Yo lo encontraba super normal, de hecho, agarré cualquier color y pinté, y resulta que por pintar de rojo dijeron que tenía depresión y no se qué .

—Linda... —le habla mi madre— Si no quieres hablar de eso no lo hagas, no es obligatorio contarnos algo.

—No se preocupe, debo superar ese tema tarde o temprano, y debo reconocer que hablar sobre eso con su hijo me hizo bien.

Charli siguió contando sobre el tema, pero sólo las partes divertidas, claramente. Nosotros nos reíamos con ella, hay que confesar que hay cosas que son raras cuando vas al psicólogo, es decir, ¿cómo saben qué tienes con sólo usar un color y dibujar?

Al anochecer, todos se fueron a sus respectivas habitaciones, en excepción a nosotros. Yo estaba acostado en el sillón con Charli sobre mí.

—¿Podemos salir a caminar un rato? —me pregunta.

—Hay un parque cerca de aquí —le informo—, podemos ir ahí si quieres.

—Sí, si quiero. Necesito tomar un poco de aire.

Nos levantamos y nos ponemos un abrigo. Le voy a avisar a mi madre que saldremos por un rato para que no se preocupe en un caso de no vernos.

Salimos tomados de la mano y emprendemos camino hacia el parque que cuenta con algunos juegos infantiles pero aún así, ¿quién dice que los adolescentes no podemos jugar también?

—¿Tu familia siempre fue así de amorosa? —me pregunta de la nada.

—Charli...

Sé que está comparando mi familia con la de ella, pero no quiero que ella se sienta mal.

—Sólo responde —me sonríe—, no voy a llorar, lo prometo.

Suspiro.

—Mi familia siempre ha sido así, o bueno, creo que siempre. La verdad, no lo sé, pero se podría decir que sí.

Ella empieza a reír a carcajadas, intenta tapar su boca con una mano pero aún así no para de reír.

—¿Qué es tan gracioso?

Me mira. —¿Cómo es que tu mismo no sabes cómo es tu familia? Es decir —esta vuelve su mirada al frente, pero al mirar su sonrisa se desvanece enseguida. Para de caminar y sus ojos de vuelven llorosos.

—¿Char? —vuelvo la mirada a dónde está mirando ella, pero sólo veo a un chico en los columpios. —Charli, ¿qué sucede?

Se lleva ambas manos a la boca y empieza a negar rápidamente con la cabeza, las lágrimas ya caen sobre sus mejillas, pero no entiendo el por qué de su llanto.

Se acerca rápidamente al chico de los columpios, ¿acaso él...?

El chico que tenía la mirada baja, sube la cabeza y me mira con el ceño fruncido, pero al momento de ver a Charli, tiene una mirada de sorpresa.

—Charli... —le habla él

—Cam...

¿Cam? ¿Ese Cam?

Los Misterios De Queen's | Tiktokers ¦ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora