❝𝟭𝟵𝟰𝟳❞ ━━ 𝙩. 𝙧𝙞𝙙𝙙𝙡𝙚 ⋅ 𝙝. 𝙥𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧 ▎

Capítulo Veinticuatro

Advertencias: ocurren escenas eróticas. designación - *************

Xxiv

Harry llenó los días siguientes principalmente con trabajo y conversación con Abraxas. Un viejo amigo estaba muy contento con las visitas, pero después de algunas conversaciones más largas, descubrió que en realidad estaba contento de estar muerto. Harry solo pudo suspirar en respuesta.

Ni siquiera era que Riddle lo evitara. Tom solo estaba trabajando. Por supuesto, la mayoría de la gente no trabaja para conquistar el mundo, pero todo el mundo tiene un pasatiempo, ¿verdad? Harry había escuchado de Víctor que pronto todas estas grandes armas Inefables serían usadas contra el Ministerio. El vampiro venía cada vez menos a la Mansión Malfoy, aparentemente estaba muy ocupado. Todo esto frustraba a Harry, pero no podía decir nada porque había dicho demasiadas veces antes que no quería tener nada que ver con esta guerra. Ahora que estaba muerto de aburrimiento, Riddle decidió cumplir con su pedido. La peor parte fue que Tom ni siquiera lo hizo por despecho. Creo que finalmente tomó en serio las palabras de Harry, que por un lado sorprendieron al chico, pero por el otro lo llenaron de sospecha.

Estaba leyendo otro libro que le había pedido prestado a Kayle hace unos meses cuando Riddle entró en la habitación. Harry levantó la vista de inmediato y se encontró con la intensa mirada del hombre. Reprimió su temblor, pero se puso rígido en preparación para otra discusión.

"Tengo algo para ti", dijo Riddle secamente.

Harry enarcó una ceja en respuesta, ocultando mecánicamente su sorpresa. Vio cómo el hombre se sentaba graciosamente en el borde de su cama, todavía en silencio.

- ¿Pero? Finalmente suspiró.

"No hay pero", respondió Riddle con calma, sus ojos negros nunca dejaron a Harry.

Ni siquiera preguntó, alcanzando el libro con un gesto imperioso. Pasó las páginas, pareciendo al menos aburrido. De repente, frunció el ceño y, casi con ternura, pasó su mano huesuda por el costado del hechizo autocopiador.

"Siempre ha sido mi favorito ..." murmuró, su voz sin emoción.

- ¿Lo has usado alguna vez? Preguntó Harry, genuinamente curioso.

Riddle se rió brevemente, como si el solo pensamiento fuera ridículo. Sin volver a mirar el libro, lo arrojó al suelo y lo colocó en silencio sobre la mesa. Mientras tanto, sus ojos se posaron en Harry nuevamente.

- ¿Estás aburrido? Preguntó inesperadamente.

- ¿En general o en este punto?

"No me permito pensar que estás aburrido en mi compañía", respondió Riddle con una satisfacción perfectamente audible en su voz.

"Mmm," murmuró Harry, recostándose sobre su espalda y disfrutando del familiar aroma del hombre. "Pero sí, estoy aburrido", admitió.

- ¿Qué tal algo de política? Sugirió Riddle, inclinando la cabeza hacia la izquierda y mirando al chico con los ojos entrecerrados.

- ¿Este es tu regalo? Harry se burló.

"No," respondió Riddle, pasando una uña por el vientre expuesto del chico, haciéndolo estremecerse de placer, luego se puso la camisa. "Me pregunto si te lo mereces", el hombre frunció los labios en una parodia de una sonrisa con placer sádico.

"Ah," Harry suspiró sarcásticamente.

- Quiero que vengas conmigo al Ministerio mañana.

Harry no habló por un momento. Sabía que Riddle hablaba completamente en serio ahora, y también que esta era su forma de decir: "Quiero que participes en mis planes". No esperaba que Riddle realmente se tomara en serio las palabras sobre la necesidad de respeto y, sin embargo, estaba sentado aquí ofreciéndole a Harry una especie de asociación. Harry solo esperaba que no fuera como la colaboración entre Voldemort y Riddle.