Historias Slytherpuff

Suéltalo

- Terminamos...-

No sabía que debía esperarse después de pronunciar aquellas palabras.

Tenía el labio tembloroso, los ojos apenados y con una mirada la cual describía tantas emociones a la vez... ¿Qué es lo que quería de aquel chico frente a él? Tal vez un gaje de arrepentimiento, algún cuestionamiento, lagrimas u enojo... cualquier cosa.

- Está bien. Ojala y... podamos seguir siendo amigos. - Definitivamente esa no era la reacción que su mente imaginaba, más sin embargo no hizo nada.

Lo conocía mejor que a cualquiera, y es por eso que no diría ni reclamaría nada... No reclamaría aquellas veces donde tanto le lastimo, tampoco por qué guardar tanto secretos hacía su persona y mucho menos hablaría acerca de esos celos que le fueron provocados.

No, nada de eso. El tejón simplemente mirándole con los ojos dolidos esbozo una pequeña sonrisa y como si de nada se tratase pronuncio:

-¡Por supuesto!-

Una sonrisa reconfortante se hizo presente en el rostro de aquel Gryffindor... y sin ningún contacto, mirada o palabra más ambos se dieron la vuelta para ir por otro camino dejando todo lo vivido atrás.

Como si nada hubiera pasado la sonrisa del hufflepuff seguía presente en su rostro. Doblo en una esquina para ir a las cocinas y robar algo de comida cuando observo a su mejor amigo esperándolo apoyado en la pared.

Aquel Slytherin castaño, alzo una ceja al verle y antes de que pudiera pronunciar cualquier cosa el muchachito más joven hablo.

- Se acabó.-

Una expresión de inédita sorpresa se hizo presente. Sabía perfectamente a que se refería el contrario, y mentiría si dijera que no estaba sorprendido por aquella declaración, más sin embargo, él no era bueno con los sentimientos y mucho menos con el amor o las relaciones.

-... ¿Estas bien?- En un principio no reacciono y después de darse cuenta que no había respondido soltó una risa.

-¡Ah! ¡Claro que sí! Solo algo desanimado, pero no es nada...ya se me pasara.- Le resto completa importancia dejando un poco desconcertada a la serpiente.

- Bueno... iré a robar algo de comida, me muero de hambre. ¡Hasta pronto!-

-¿Eh?- Sin darle tiempo a reaccionar, el pelinegro ya se había alejado. Lo único que atino a decirle antes de que se perdiera de su vista fue un simple "¡Disfruta!" Tal vez... Esas palabras eran un poco patéticas, pero era lo único que se le venía a la mente ahora. Creía que lo mejor era dejarlo un rato solo. Al final su amigo siempre había sido así.

Suponía que aquel sentimiento de tristeza en algún momento lo dejaría salir, pero, aquel chico lleva 3 días haciendo como si nada pasara y eso le preocupa. Incluso sus compañeros de habitación decían que se le notaba perfectamente normal.

Lo conoce, conoce que el tejón es más que hablador con sus amigos; a excepción de que sea un tema demasiado personal... pero verle guardarse incluso de sus mejores amigos, eso le extrañaba, y no mentiría, le estaba preocupando.

Dejaría que afrontara las cosas a su propio ritmo, de no ser porque cuando le miraba inmediatamente notaba que no era el... Aquellas sonrisas fingidas, las anécdotas que no es capaz de contar con la misma emoción que siempre, la completa falta de atención dada a sus clases y ese rostro definitivamente cansado que no era común en él pero se disimulaba gracias a esa característica tranquilidad que poseía... Sin embargo; para él, eso no era así.

Podía verlo perfectamente, no es tonto, sabe que el hufflepuff no estaba bien. No es una persona que obliga a hablar a los demás, pero esta vez lo ameritaba. Ese chico necesitaba sacar todas sus emociones de una vez por todas, necesitaba gritar, necesitaba explotar y si no lo ayudaba... Jamás lo haría.