Burn

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Corría lo más rápido que podía a su hogar, ¿Porqué estaba corriendo siendo que tiene la capacidad de simplemente aparecerse en aquella casa? No lo sabía.

Empezó a correr desde que vio en aquel periódico su rostro y el de otro chico. Sabía que la había cagado fuertemente. Solo rogaba a Merlín para que su marido aún no haya visto nada y el pudiera explicarle todo.

Jackson Cárter y Kendall Swift se habían casado 2 años después de salir de Hogwarts, su relación era perfecta a los ojos de todos pues Carter fue la joya de slytherin y Kendall el tierno y talentoso hufflepuff nacido de padres muggles.

Nadie pensó que alguna vez estuvieran juntos, ni siquiera ellos mismos y ahora no podían evitar derramar todo el amor que se tenían.

Jack una vez salido de Hogwarts se había vuelto un escritor bastante famoso, a pesar de sus muy buenas recomendaciones para ser un ministro de magia o algo parecido el encontró su pasión escribiendo... Eso no quiere decir que no sea reconocido en ambos mundos, pues escribía tanto libros muggles, como para hechiceros.

Mientras tanto Kendall encontró su pasión en cuidar, criar y domar dragones. Algo definitivamente riesgoso pero que el amaba. Gracias a su talento nato en la magia y con los animales mágicos el se volvió uno de los domadores de dragones más famosos en todo el mundo mágico.

Ambos al ser reconocidos por sus profesiones en el mundo de la magia, eran una pareja indudablemente famosa... Aún así Ken disfrutaba su privacidad con su marido, quien le había cautivado completamente y lo amaba más que nada en el mundo, y eso el castaño lo sabía, por eso estaba tan desesperado en llegar a casa.

No iba a permitir que tal estupidez tirará por la borda todo lo que el había cambiado por Ken, en toda su vida jamás se había perdonado todo el daño que le hizo al tejón y desde el momento en el que tuvo otra oportunidad se prometió no volver a desperdiciarla jamás.

Ahora no sabía si podría cumplir esa promesa

Y vaya que se esforzaba en cumplirla o lo intento pues Kendall le había rogado para formar una familia y el no lo negaría también quería un pequeño entre sus manos y más si se parecía a la persona que más amaba en este mundo. Así que buscaron alguien que se ofreciera a donar su vientre para poder "Tener" a su hijo. Estaban tan emocionados que no podían creer la noticia, faltaban solo 2 meses para tener a su pequeño en brazos y nunca dejarlo ir.

Todo iba perfecto, tenía un buen trabajo, el dinero no le faltaba, formaría una verdadera familia y por fin la ascendencia de su chico ya le aceptaba. Su vida iba de maravilla hasta que un día en una reunión con otros escritores el decidió pasar un buen rato e ir a un Bar de no muy buen nivel.

En ningún momento se espero que quedaría borracho, ni tampoco que se terminaría acostando con un chico de aquel lugar. A la mañana siguiente cuando noto como a su lado había un joven completamente desconocido para el se dio cuenta que lo había echado todo a perder.

Cuando todo ello paso, lo único que pensó fue en esconder la verdad. Le pago una fuerte cantidad al chiquillo para que callara aquella aventura y creyó que con eso sería suficiente, nunca se imagino que el niño se enamoraría de el... Intento de miles de maneras para que le dejara en paz, incluso pensó en borrarle la memoria pero no se atrevería a hacer algo tan cruel, ya que en si el tenía la culpa.

Casi todos los días le llegaban cartas a su oficina, casa, trabajo e incluso cuando se encontraba caminando o viajando, daba gracias a Merlín que el Hufflepuff nunca revisara o husmeara las cartas dirigidas hacía el.

No podía creer la insistencia del chico así que al ver que no respondía a sus llamados de que parara decidió simplemente ignorarlo, creyó que su método había funcionado hasta que recibió aquella carta.

Historias SlytherpuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora