Karma | Iván Guzmán

12- Maratón 2/3

12| Karma

"A veces no sé si realmente eres el amor de mi vida o alguna especie de mala jugada del karma en contra mío"

50 votos, 50 comentarios y subo el próximo capítulo.

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—Mentira—dice Joaquín entre su toz, su padre le lanza un cojín y se defiende alzando sus manos.—Ese es más tacaño que tu, papá, la morra es fresa pero no pendej..

—Ve a buscar a tu hermana y cállate.—El rubio rueda sus ojos y bufando se marcha.

Los escoltas dejan las cajas con las cosas horneadas en la mesa y tomo asiento viendo a detalle la casa en lo que Iván enciende la luz dando, por fin, una buena iluminación.

A la distancia, sobre la repisa repleta de retratos y botas navideñas, encima de la chimenea, una fotografía llama mi atención. Una mujer de tez blanca y cabello castaño teñido de rubio está sentada sobre una cama de hospital, en sus brazos descansan dos pequeños bebés. una punzada de incomodidad y dolor me aborda, son Ivanka, Joaquín y su madre. ¿Dónde está ella ahora?

Incomoda aparto mis ojos, están brillosos y acumulan lágrimas inexplicables, Iván lo nota y se apresura a bajar unos cuantos retratos volviendo hacia mí con una caja en sus manos. Se sienta a mi lado y quita los cabellos que cubren mi rostro.

—¿Te encuentras bien? ¿Qué sucede?—Niego y cuando intento quitar mis lágrimas él me aparta las manos y con suma delicadeza pasa el dorso de sus dedos borrando el rastro de ellas, en sus ojos y ceño puedo notar su preocupación sincera así como también la casual cercanía entre nuestros rostros. Por vergüenza bajo mi mirada, estamos tan cerca que mi frente roza su mandíbula. Lo oigo suspirar y intento por calmar mis emociones, le atribuyo mi sensibilidad a que extraño mi familia y amigos.

Iván besa mi frente y me da mi espacio, me distrae posando la caja sobre sus piernas. Esta tiene un estuche en sus piernas que se divide en dos partes, Videos y Recuerdos y Música.

Mientras Guzmán pasea sus dedos sin prisa por los diferentes CD's de música con diferentes títulos y géneros, tiemblo de frío. No espero recibir una manta sobre mis hombros pero le agradezco a Joaquín quien nos avisa que están calentando las bebidas de Ivanka.

—Nunca me gustó el frío que hace a esta altura de la sierra, es más, me gustan las zonas cálidas.—Intenta iniciar una conversación.

—A mí me gusta.

—¿Segura?—Lo miro confundida.—Digo, creí que, no lo sé. ¿Nunca has ido al Caribe? ¿Bora Bora? ¿Brasil? ¿Tailandia?

Realmente creo que la respuesta sincera es sí, aunque jamás fui a esos lugares mencionados excepto el segundo.

—Pues... ¿No?—Asiente y toma un CD's con el título Corridos. No me reprimo a rodar los ojos, no es música de mi estilo, todo lo contrario a Iván.—No se te ocurra poner eso.—Antes de que diga algo me adelanto y tomo el estuche buscando yo lo que oiremos. Una capta mi atención aunque nunca la he escuchado, siento que esa debemos escuchar y no me cohíbo al entregarle el disco compacto.

No puedo apartar mis ojos de Iván cuando se pone de pie, se dirige adelante de la chimenea y estira sus brazos para poner el disco en la casetera a un lado del gran televisor que predomina la pared de palos rústicos al descubierto.

El polo azul que viste tira cuando se mueve pegándose a su espalda, hombros y brazos trabajados, estos se llevan mi atención poniéndome a babear cuando encuentro mi prototipo de espalda perfecta aun esté cubierta por la tela, esta se ciñe por delante también pero intento no ponerme al descubierto, lleva un jogging deportivo gris que deja poco a la imaginación.