Karma | Iván Guzmán

11- Maratón 1/3

11| Karma

"A veces no sé si realmente eres el amor de mi vida o alguna especie de mala jugada del karma en contra mío"

50 votos, 50 comentarios y subo el próximo capítulo.

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Me siento incómoda y con temor, luchando con las manos de Iván sin que Ivanka lo note.

—Hija no es lo que pien...—La rubia lo mira con disgusto y cuando se acerca su mirada se desvía a las tazas.

—Ahora tendré que preparar más leche con canela. ¡Es un pecado que no esperen a los pastelitos!—Inconscientemente libero el aire que contenía en mis pulmones debido a la tensión.

Ivanka no notó los toqueteos de su padre por lo que vuelve a la cocina e Iván a su cometido.

—Deja de estar molestando—Susurro enfadada apartando sus manos, me regala una estúpida sonrisa negando con su cabeza pero de todos modos me hace caso.

—¡Joaquín, ven a tragar plebe!—Me ahogo con lo que estaba bebiendo al escuchar su vocabulario y formas de gritar, sin duda Ivanka tiene una personalidad muy peculiar, exactamente lo opuesto a la mía. Los pasos apresurados del mencionado se oyen en el pasillo y pronto nos alcanza.—Mientras voy a ir a ordenar a que preparen los aparatos y las camionetas tu guardaba lo que hay en el horno en las cestas.—Los hombros y cejas de Joaquín caen con decepción.

—Me estafaste.—Susurra para él pero acata las ordenes de su hermana. Río para mis adentros.

—¿Para dónde crees que vas a esta hora, Ivanka?—Su padre se pone de pie de inmediato deteniendo a la rubia, quien lo mira como si estuviese haciendo la cosa más obvia.

—¿Pues a dónde más? ¡Vamos a nuestra casa a observar la noche!

Frunzo mis cejas sin comprender. ¿Observar la noche? ¿Qué tiene de divertido eso?

Iván suspira rendido.—Tal vez y Amber solo quiere ir a dormir, no puedo dejarla sola.

La rubia se da media vuelta y junta sus manos acompañando su puchero, no comprendo cómo hace pero en tan solo segundos unas pequeñas lagrimas resbalan por sus mejillas.

Realmente no me apetece salir en medio de la noche con tres personas que desconozco en un lugar ajeno a mi ciudad natal y sin saber el destino pero tampoco considero buena idea el quedarme a compartir el mismo techo con Iván, no después de sus caricias molestas.

—Ven con nosotros ¿Sí? Te prometo que la pasarás bonito.—Bate sus pestañas, Iván me mira expectante. Rendida cabo aceptando—¡Verás como disfrutaremos con los niños!

—Ivanka—La aparto de mi cuello.—¿Más niños? ¡A mí no me gustan los niños!—Su enorme sonrisa desaparece.

Iván carraspea y se da la vuelta, antes de salir de la cocina se detiene.

—Sólo serán los caballos, en media hora salimos.

Me devuelvo a la habitación con Ivanka siguiéndome los pasos, me ayuda a escoger mi atuendo al desconocer donde vamos y luego se marcha a prepararse ella.