06

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06 | Karma

"A veces no sé si realmente eres el amor de mi vida o alguna especie de mala jugada del karma en contra mío"

100 votos, 30 comentarios y subo el próximo capítulo.

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La profundidad en los ojos de Iván me inquietó intimidándome. Un temblor y cosquilleo recorrió mi espalda y erizó mi piel. Tal vez la sensación que Iván produce en mí no es intimidación, no puede ser eso cuando la forma de observarme no es de esa manera ni su semblante es serio, tal vez es incomodidad o miedo.—¿Y bien? ¿Qué quieres hacer?—Salí de mis pensamientos al sentir el dorso de su mano y sus nudillos rozar delicadamente la piel de mi mejilla, pestañeé y me alejé de él como si su piel quemara la mía.—Amber—Susurró y en su tono de voz creo haber notado un destello de dolor así como en la mueca de su rostro que borró al instante.

Negué y me convencí a mí misma, Iván no podría estar sintiendo dolor por mi rechazo, no sería lógico.

—Que no, que no me toques te dije.—Hablo con dureza y frialdad haciéndome para atrás una vez más.

De reojo noto como asiente sin observarme pero tampoco me deja ver su cara o reacción. Lleva su mano derecha a su rostro y hace algo que no soy capaz de ver antes de comenzar a bajar lentamente los escalones que nos separan del piso del jardín que acaba en la alberca.

—¿Vienes... Amber?—Hago lo que preguntó por el simple de hecho de hacer el intento por observar su rostro, la situación se había tornado mucho más incómoda de lo que antes podía llegar a ser y sus reacciones cada vez me confunden más.

¡Vamos! Es obvio que si secuestras a una muchacha ella no caerá perdidamente enamorada en tus brazos, mucho menos si sabe quién eres y tu reputación no es la más intachable que se diga volviéndote conocido en tu país como uno de los hombres más buscado por la ley.

Aparto de mi mente esas deducciones y nuevamente observo los alrededores en busca de una salida, aunque sólo encuentro hombres armados en cada punto donde se centra mi mirada. Suspiro y sigo caminando a un lado suyo sintiéndome decepcionada de mí misma. 

—Tenía pensado recorrer la finca en cuatrimotos pero conociéndote eres capaz de utilizarlo para escaparte.

—¿Conociéndome?—Me extraño y lo observo confundida pero no corresponde mi mirada, está concentrado en abrir la tranquera, una vez que lo logra me observa con una pequeña sonrisa y noto sus ojos rojos. Tal vez el resplandor del sol daña sus ojos.

Me deja pasar a mí primero y luego lo hace él cerrando la puerta detrás suyo, comienza a caminar hacia el corral de los caballos que cuando hace un sonido con su boca, estos se acercan a nosotros a medida que entramos a su espacio.

Dudo en seguir acercándome cuando una bestia enorme se acerca a Iván quien extiende su mano para acariciar la cabeza del caballo negro.

—¡Ah!—Chillo, de un salto me acerco y por algún motivo me aferro al brazo de Iván posando allí mi cabeza y cerrando mis ojos sin querer ver al caballo que había hecho un extraño ruido en mi hombro.

—¿Amber?—Siento sus manos en mi cintura y niego sin abrir mis ojos.

—Vámonos de aquí.—Susurro.—Odio los caballos.—Explico y aún escondiéndome en su brazo me cuestiono por qué le temo tanto a estos animales que nunca en mi vida los vi de tan cerca.—Iván por favor.—Suplico y lo oigo suspirar.

Karma | Iván GuzmánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora