Mis párpados están cerrados disfrutando del sonido de la música retumbar en mis oídos, el calor que provoca el alcohol ingerido subiendo por mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza y ¿Cómo negar? Los besos que deja la boca de Iván en mi cuello y las caricias que hace con su nariz en esa zona y mi clavícula están logrando que una exquisita sensación deje que mis bajos instintos se expresen físicamente.
—Vámonos a la casa ya—La voz de Iván está ronca y suena relajado erizando mi piel.
Dejo mi copa con mi trago, del cual ya perdí la cuenta la cantidad de veces que lo repetí, sobre la mesa que ocupamos durante toda la noche y asiento levantándome del regazo de Iván. ¿Cuándo llegué aquí? Ya no lo recuerdo pues le hecho la responsabilidad a todo el alcohol que bebí y el deseo de ignorar o que acaben las miradas lascivas que muchas personas me lanzan.
—Deja voy al baño.
—Enviaré a uno de mis hombres a que te acomp...
—No hace falta, regreso pronto—Quito mi antebrazo de su pecho dispuesta a marcharme pero me detiene, tira de mí y antes de que pueda protestar besar mis labios apartándose de mí con una pequeña sonrisa, me extraña que acepte dejarme ir sola pues ni siquiera me permitió ir a la barra en toda la noche pero antes de que se arrepienta decido ir al baño acomodando en el camino mi vestido el cual se ha subido por las insistentes caricias en mis piernas de mi compañero.
Empujo la pesada puerta detrás de mi espalda cuando llego al baño y este se encuentra prácticamente vacío, solo hay tres jóvenes, bellas y llamativas muchachas, dos conversan entre sí en la especie de sala que hay y otra me observa a través del espejo dejando de maquillarse cuando comienzo a avanzar, me sonríe pero rápidamente se transforma en una mueca de horror, no la comprendo hasta que no siento como me toman por el brazo con fuerza y me arrastran con brusquedad fuera del baño.
—¡Suéltame imbécil!—Intento golpear la espalda de quien sea que me arrastra a las oscuras profundidades del antro, puedo notar que no es ninguno de los hombres de Iván, mi miedo incremento y mis golpes son cada vez más fuertes al igual que mis gritos y forcejeos.
—Te estuve viendo toda la noche pero era imposible acercarme a ti, maldita perra.
El olor del tipo que me manosea con descaro es nauseabundo; y no sé si es eso, sentir sus asquerosas manos en mi cuerpo o la presión que tiene con mis manos sobre mi propio cuello pero náuseas comienzan a hacerse presente al igual que un sonido ensordecedor pitando en mis oídos.
Grito, golpeo e intento herir a mi agresor pero su fuerza es significativamente mucho mayor, arcadas me abandonan cuando siento su boca besar con fuerza mi cuello y sus manos logrando romper la tela del vestido.
A la distancia logro oír conversaciones en voz alta, confusas, o yo estoy lo suficientemente preocupada en lo que está sucediendo, golpeando, gritando y pataleando con todas mis fuerzas que no alcanzo a oír lo que dicen, no hasta que siento como ese peso agobiante desaparece de mí.
—¡Ya te chingaste hijo de tu puta madre!—Reconocer la voz de Iván hace que el alivio llegue a mí como una bocanada de aire a pesar de que su tono suene bestial y furioso.
No puedo dejar de temblar, me siento desprotegida, aterrorizada, siento mucho asco y por la oscuridad no logro ver lo que pasa pero si entiendo el sonido de forcejeos.
—Llévensela y me la cuidan, yo me encargo de este y dos se quedan.
—No Iván...—Quiero acercarme a él, quiero sentirlo y sentirme protegida con un rostro conocido pero en cambio solo veo su espalda encorvándose en algo que está en el suelo. La poca luz pronto se vuelve nítido debido a las luces del antro y a pesar de que lucho, los hombres que trabajan para Iván me arrastran hacia afuera sacándome por lo que parece ser la puerta trasera.
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Karma | Iván Guzmán
Fanfiction"A veces no sé si realmente eres el amor de mi vida o alguna especie de mala jugada del karma en contra mío" Comenzada:08/06/2020 Terminada:--/--/-- Prohibida la copia y/o adaptación total o parcial de ésta novela. *Absolutamente todos los hechos so...