Como Morí (Corrigiendo)

Clary

El viaje a la escuela no es muy largo pero antes de llegar, por lo poco que comí, volteé a preguntarle a Mary si tenía algo de comer.
Para mi sorpresa, al lado de Mary estaba sentada una chica que no había visto antes con ella. Y créanme cuando les digo que he visto a muchas. No sé cómo Mary conoce a tanta gente.
—¿Qué quieres? —me pregunto mi hermana.
—Ah, ¿tienes algo para comer? —dije desconcentrado.
—Creo que tengo una manzana por alguna parte, ¿pero qué gano yo, si te la doy?
—¿Un abrazo? —Al ver su cara supuse que era un no—. Está bien, limpiaré los platos por ti esta semana —dije poniendo los ojos en blanco.
Ella sonrió.
—Déjame buscarlo, querido hermano. Ah, ella es Clary.
Nos sonreímos, como cuando dos personas desconocidas se saludan.
—¿Qué tal? —le dije, tratando de sonar normal y no como un chico que apenas habla con chicas.
—Clary venía a la escuela hace cinco años, pero se fue a vivir a Italia. Volvió este año —dijo Mary.
—Bienvenida. Soy Adam —dijo aburrido y con un tono algo sarcástico, volteando.
—¡Aquí está! —dijo Mary pasándome la manzana. Nos miró por unos segundos, levantando una ceja—. ¿Por qué siguen mirándonos?
Puse mis ojos en blanco y nos volvimos a sentar. Comencé a imaginarme a Clary. Su cabello era castaño oscuro pero se iba aclarando al final. Le di un mordisco a la manzana. Sus ojos eran cafés con unos tonos verdes.
—Jack, ¡Jack! Despierta, estas babeando —me dijo Adam riendo.
Pasé mi mano por mi boca rápidamente, cuando me di cuenta que no estaba babeando. Adam reía y caminaba a la entrada de la escuela, y yo lo seguí molesto.
—¿Verdad que está linda Clary? —me dijo Adam molestándome.
—Ja. Que chistoso —le dije.
De pronto, sentí un agudo dolor en el oído.
—Vuelvo enseguida —le dije mareado, dirigiéndome al baño.
Choqué con las paredes. La cabeza me retumbaba. Todo giraba.
Me mojé la cara y me miré en el espejo. Estaba escuchando gritos.
De repente, veo a una persona que nunca había visto antes en el espejo, pero al lado mío no había nada.