El secreto

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Nos preparamos para todas las situaciones posibles. En mi mochila guardé los frascos de mi experimento de química y también estaban unas cosas que Brad me pasó de un baúl de su casa. Antes, dejé que Brad le explicara a Mary todo lo sucedido, al parecer no se lo tomó muy mal, le encantó la idea de tener poderes, porque obviamente, así se siente más perfecta de lo que ya es.

Salí de la casa de Brad a tomar un poco de aire. Decidí subirme a un árbol y acostarme en una rama. Soy un buen escalador. De esta forma es como me escapo de las clases de educación física.

Subí rápidamente y me acomodé.

De pronto, escuché unos pasos abajo del árbol.

Miré hacia abajo y era Tessa.

Ella levantó elegante y delicadamente su brazo derecho. Las plantas de ese lado empezaron a crecer.

Las flores crecían a su alrededor.

Tessa empezó a bailar sonriendo. Reconocí el estilo de baile porque Mary solía bailarlo. Ballet.

Más plantas crecían, como si bailaran con ella. Y su cabello, Dios... Era como una llama de fuego brillando en la oscuridad.

Bajé lentamente del árbol y cuando llegue al suelo le cubrí los ojos por detrás. Al parecer se asustó porque, rápidamente unas plantas me sujetaron las manos y los pies.

-¿Pero qué...?-dije mirando alrededor confundido.

Ella volteó y suspiró. Las plantas dejaron de sujetarme.

-Lo siento Jack, me asustaste-dijo con una pequeña sonrisa y algo sonrojada.

Me acerqué a ella.

-No te preocupes-le dije sonriendo.

-¿Te puedo confesar algo? Pero no te rías-me dijo.

-Claro.

-Hace algunas noches, empecé a... tener sueños. Contigo-dijo ahora completamente sonrojada.

-Eso sí que es extraño, porque yo también he soñado contigo.

Me recosté en el pasto recién crecido y ella hizo lo mismo.

Observé el cielo y suspiré.

-¿Crees que ir allá es buena idea?-me preguntó.

-Yo creo que sí. Descubriremos nuevas cosas. Cosas útiles. Me gustaría saber más sobre todo esto, en realidad.

Giré la cabeza para mirarla. Sus ojos eran como ver a una tormenta por dentro.

-¡Jack! ¿Dónde estás?-era Mary-Aquí estás. Necesito que me acompañes a casa. En las cajas del ático creo haber visto los dardos adormecedores que usa papá para cazar- Mary fijó su mirada en Tessa y levantó ambas cejas.-Oh, ¿interrumpo algo?

-No, para nada-dijo Tessa con una sonrisa educada.-Yo ya me iba.

Tessa se dirigió a la casa de Brad.

-Interrumpí algo, ¿verdad?-dijo Mary.

No respondí.

Mary y yo fuimos a casa. Por suerte, Mary trajo el auto de mamá. Aunque todavía no pueda conducir porque no tiene licencia, mis padres confían lo suficiente en ella para conducirlo de vez en cuando. Tuvo que acelerar un poco porque el bosque quedaba lejos de casa. Por suerte para nosotros, no había mucho tráfico, no habían policías en el camino y todavía no anochecía.

Como les habíamos dicho a nuestros padres que íbamos a dormir en la casa de Adam, al parecer habían salido a cenar.

Abrí la puerta de la casa con mi llave y fuimos al ático. Abrimos la puerta y nos dirigimos a las cajas.

Después de unos minutos, encontré los dardos y volteé hacia Mary.

-¡Los encontré!-le sonreí. Ella estaba concentrada en otra caja.

-¿Mary...?

Me aproximé a la caja y quité los papeles que tenía en sus manos.

Eran certificados de adopción. El de Mary y el mío.

Como Morí (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora