Como Morí (Corrigiendo)

El fantasma rebelde

-¿Brad?-preguntó Clary mirando a su alrededor.

-Larga historia, me tengo que ir-me despedí rápidamente y corrí al baño seguido de Adam para hablar con Lucy. Sé que es un lugar...extraño para juntarse, pero lamentablemente no tenemos un lugar mejor.

Luego entró Adam.

-¿Lo sentiste verdad?-me dijo Lucy

-¿Sentir qué?- preguntó Adam.

-Claro que lo sentí-dije.

-¿Qué cosa?- preguntó Adam.

-Es obvio, debí haberlo notado apenas entró al edificio-me dijo Lucy caminando confundida.

-¿De qué hablan?-dijo Adam.

-Cállate, estoy pensando-le dije.

-¿Pensar qué?-exclamó Adam.

-¡Brad es un fantasma!- exclamó Lucy irritada.

-¿Qué?-exclamó Adam confundido.

-¿Qué está pasando aquí?- dijo el conserje entrando al baño.

Lucy desapareció rápidamente.

-Tienen clases ahora, ¡váyanse de mi baño!-exclamó éste enojado. No era el mejor conserje que digamos.

Adam y yo nos fuimos corriendo a clase pensando como hablaríamos con Brad sobre todo el tema fantasmagórico.

Llegamos a clase del señor Frixon, cuyas clases de química son las más difíciles de pasar, atrasados.

Vimos por la ventana de la puerta del salón que el profesor estaba escribiendo algo en la pizarra, por lo que no nos vería, así que entramos lenta y calladamente.

Casi llegamos a nuestro objetivo.

-Señor Temple y señor Gilbert, la próxima vez que intenten entrar a mi clase atrasados sin avisarme, deberían ser más cautelosos, porque NUNCA pasarán desapercibidos conmigo-dijo el profesor todavía mirando la pizarra.

Adam cerró fuertemente sus ojos y apretó sus puños mientras volteaba lentamente.

-Señor, esa corbata le queda de maravilla-dijo Adam sonriendo.

-Siéntese, Gilbert-dijo el profesor.

La clase rio.

Nos teníamos que sentar en tríos elegidos por el profesor al azar. Frixon empezó a decir:

-Señorita Pilot, señor Watson y señor Graham. Cullen, Maitland y Freeman. Temple y Gilbert, que suerte tenga al que le toque este par, y... Smith-y así continuó diciendo más grupos.

Entonces soy con Adam y con... ¿Brad? ¡Brad!

-Al parecer, el universo nos acaba de regalar una forma de hablar con Brad- le susurré a Adam.

Yo me senté a un lado de Brad y Adam al otro.

Los dos miramos a Brad al mismo tiempo.

-Ahora vamos a hacer algo nuevo en la escuela. Cada grupo va a inventar su propio experimento y el mejor nos representara en la feria de ciencias. Delante de ustedes tienen cuatro cosas: una planta, un vaso de agua, un cartón y metal. Para cuando terminen prueben su experimento con esas cosas para ver si hay algún efecto.- dijo el profesor- ¡Empiecen!

Seguíamos mirando a Brad y Adam empezó a sonreír maliciosamente.

-¿Qué?-dijo Brad poniendo los ojos en blanco, aburrido.

-Sabemos tu secreto-dijo Adam serio.

-¿Crees qué no sé qué ustedes saben lo que se supone que nadie debe saber?

A Adam y a mí nos costó un poco sacar la conclusión de esa pregunta hasta que Adam dijo:

-Emm... bueno, yo creí que...-empezó a decir Adam rascándose su cabeza.

-Estuve bastante tiempo en un bando para saber quién eres-dijo mirándome.

Adam puso su mano en el hombro de Brad.

-¿Cómo puedo tocarte? Él único que conozco que puede tocar fantasmas es Jack.-Brad le lanzó una mirada asesina y luego miró la mano de Adam en su hombro.-Y estoy sacando mi mano ahora- dijo sacando su mano lentamente.

-Los Nigrum crearon una poción para hacer que nosotros podamos ser tangibles para los humanos normales.

-¿Con los Nigrum?-pregunté.

-No me digas que te sorprende...-dijo Adam.

-Significa que puedes ayudarnos...-le dije

-¿A qué?-preguntó Brad.

-Sí, ¿a qué?-preguntó Adam confundido.

-He estado pensando. Tengo un plan pero todavía no está terminado.

-¡Temple!- exclamó el profesor.

Bajé la cabeza y empecé a hacer el experimento.

Estuvimos haciendo el trabajo por una hora y media hasta que lo empezamos a probar. En realidad fui el único que lo hizo. Yo solo les decía lo que tenían que hacer.

Frixon se acercó

-Veamos si tiene algún efecto- dijo el profesor sonriendo maliciosamente.

Lo probamos con la planta. Nada. Con el cartón. Nada. Lo probamos con el metal. El metal se empezó a derretir.

El profesor estaba con los ojos muy abiertos y él estaba completamente petrificado.

-Emm... ¡excelente!- dijo confundido.-¡Tenemos a los ganadores!-le dijo a la clase.

Sin que el profesor vea, separé el líquido en cuatro pequeños recipientes que se podían cerrar. Dejé uno en la mesa y los otros los guarde en mi mochila.

Sonó la campana para almuerzo.

-Está bien. Te ayudaré-me susurró Brad y se fue.

No pude aguantar una sonrisa.