Poderes

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—Me estoy volviendo loco —me susurré una y otra vez mientras caminaba al salón de clases.
Llegué al salón y noté que había llegado tarde, por lo que toqué la puerta.
—Llegas tarde —me dijo el profesor Lion. Su pelo te distrae mucho cuando te regaña, por eso no le prestas mucha atención, ya que es una gran melena completamente blanca y gris.
—Lo sé, señor, lo siento —le dije.
—Muy bien, ve a sentarte —dijo poniendo los ojos en blanco—. Pero que no se repita.
Fui a sentarme a mi lugar que estaba detrás del de Adam.
Cuando el profesor Lion empezó a escribir en la pizarra, Adam volteó.
—¿Por qué llegaste tarde? —me preguntó.
—Me quedé encerrado en el baño —mentí.
—Bueno, al menos no tuviste que presenciar al profesor Lion coqueteando con la secretaria cuando vino a buscar unos papeles.
Ambos reímos levemente.
—¡Gilbert! ¡Temple! Dejen de conversar y presten atención —dijo el profesor Lion.
Terminó el periodo de historia, después nos fuimos a español y por fin, llegó la hora del almuerzo.
Adam y yo fuimos a sentarnos a un banco en la parte de afuera de la cafetería.
Estábamos callados, mientras comíamos Doritos y bebíamos Coca Cola (lo sé, somos muy saludables), mientras mi mirada se fija en una chica que estaba sola a solo unos pocos metros lejos de nosotros. Su cabello era negro y largo. Éste rozaba el suelo ya que ella estaba sentada en el césped.
—¿Conoces a esa chica? —le pregunté a Adam luego de tomar un sorbo de mi Coca Cola.
—¿A quién? —preguntó con la boca llena.
—La chica que está sentada en el césped.
—¿Stacy?
—No, la otra de cabello negro.
—Allí no hay nadie, solo Stacy y sus amigas. Y ninguna de cabello negro.
—¿Estás ciego? En frente de Stacy, hay una chica con el pelo negro.
—Jack... Allá no hay nadie —dijo Adam extrañado, frunciendo el ceño.
—Vuelvo... enseguida —dije mareado y confundido.
—Jack, ¡Jack! —exclamó Adam detrás de mí.
Fui al baño rápidamente, cada vez acelerando más. ¿Qué me estaba pasando?
Me miré en el espejo apoyando mis manos en el lavamanos.
—¿Qué me está pasando? —susurré.
—A ti no te pasa nada —dijo alguien detrás de mí.
Miré el reflejo que aparecía a mi lado en el espejo. Era la chica de cabello negro.

Como Morí (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora