La Verdad

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Dawson y Damon entraron primero y fueron directo a mi cuarto silenciosamente. Sabía perfectamente que seguía con mis ojos dorados y veía que Mary también. Ambos miramos a Tyler antes de entrar.

-No confió en ti, Tyler-le dije.

Ya era tarde. Por la poca luz que había, los ojos de Tyler eran más notables. Era algo aterrador observar tanto a esos ojos azules. Podía ver el dolor, la tristeza, la furia, la tortura y la maldad que esos ojos tenían.

-Lo sé. Yo tampoco confiaría en mí-respondió poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.-Y no espero que confíen en mí en mucho tiempo. Soy malo, lo sé. Seguiré sin cumplir el prototipo de "bueno" en mucho tiempo. No puedo hacer nada para cambiarlo. Nací así. Pero puedo jurarles que si hubiera podido elegir y cambiar mi vida, créanme que no hubiera elegido la vida que tuve. Me enseñaron a matar a los seis. He torturados desde los ocho. Me rompieron el corazón a los doce. Estoy roto y lo sé, créeme. Y no esperen que cambie para mañana, porque no lo haré. Pero, por ahora, alégrense que esté a su lado.

Con Mary nos miramos y asentimos.

-Tendremos que decirle la verdad a papá y mamá-dijo Mary.

-Estuve pensando en eso. No tenemos otra opción-dije.

Mary y yo tomamos aire y entramos.

Nuestros padres salieron de su cuarto al sentirnos.

-¡Chicos! ¿Dónde estaban?-exclamó mamá y nos abrazó.

-Estábamos tan preocupados...-dijo papá y se unió al abrazo.

-No... estamos... solos-dije tratando de respirar por el gran abrazo.

Papá y mamá se soltaron y vieron a Tyler.

Tyler parecía estar confundido. Tal vez nunca había visto amor familiar.

-Eh... Hola-dijo mi madre.

-Jack, estás castigado, sabes que no puedes salir ni invitar a amigos-dijo mi padre acomodándose sus gafas.

-¿Nos podemos sentar, por favor? Tenemos que hablar con ustedes-dijo Mary guiando a mis padres a la sala de estar.

-Chicos, ¿qué está pasando?-dijo mi madre sentándose.

Nos sentamos y suspiré.

-Les diremos la verdad...-dije.

Mientras contábamos la historia, observaba las expresiones de mis padres. Incredulidad, confusión, pena...

Cuando mencioné que Tyler era nuestro hermano, él solo miraba el suelo y mis padres lo miraban con los ojos como platos. Mamá se cubrió la boca con sus delicadas manos y un par de lágrimas caían de sus ojos.

Mary, para probarles que decíamos la verdad, se transformó en papá. Él se cubrió la boca, incrédulo. Se arrodilló frente a Mary y tocó su cara. Creo que volvió a sentarse con miedo.

Cuando terminamos, mamá corrió a su habitación llorando, y papá, con miedo, la siguió.

Mary se cubrió los ojos y comenzó a llorar. Su cabello cubría su cara y luego corrió a su cuarto.

Yo suspiré y le dije a Tyler:

-Ven. Te mostraré dónde dormirás.





Mary no quería dormir. Solo lloraba en silencio. Me acerqué a ella y la abracé. Ella apoyó su cabeza en mi pecho y en unos minutos cayó dormida.

Cuando desperté, Mary seguía dormida. La acomodé en la almohada y fui a ver a Tyler.

A él le dije que durmiera en el sillón de la sala fuera de los cuartos.

Como Morí (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora