Capítulo 43

9 0 0
                                    

Conor.
Unos minutos antes...

- Estoy bien - Dice Jessi mientras sube a su habitación.

No lo está, estoy seguro, lo que pasó hoy no fue nada bonito ni agradable. ¡Diablos! Justo cuando las cosas se arreglaron pasa esto, no sé porque no la lleve conmigo, debí hacer, era obvio que terminaría volteando, soy un idiota.

- ¿Qué pasó? - Me pregunta mamá sacándome de mis pensamientos.

- Qué no pasó - Digo preocupado.

Le cuento todo lo que sucedió a mi madre, y ella sólo se tapa la boca con las mano.

- ¡Dios mío! - Dice asombrada - Por eso venían en una patrulla.

Yo asiento.

- Ay Conor - Vuelve a hablar - Pobre Jessi.

Si, pobre Jessi.

Es mi culpa, Dios, no sé en que estaba pensando al dejarla ahí con el caos.

Simplemente no estabas pensando.

No es momento.

Es que al ver eso, entre en pánico y no podía planear bien las cosas, pero Dios, no creí que lo matarían frente a ella, no quería que pasara por eso, debió asustarse y mucho.

Oh no.... No, no, no.

Jessi debió asustarse y mucho, sus ataques de pánico, sus temores, su ansiedad, su problema...

No Jessi no.

- Tengo que ir a verla - Dije corriendo a su habitación, entro sin tocar y la veo ahí.

Está sentada en el suelo, tratando de respirar, está pálida y se ve aterrada.

- Jes - Me acerco a ella rápidamente poniendo una rodilla en el suelo, colocándome justo frente a ella - Jes calma.

- N-o... No pue-do respirar - Me dice con mucha dificultad.

¿Que hago? Nunca he visto a alguien así, no sé como ayudarla, pero debo intentarlo, porque verla así, es como un castigo para mi.

- Mirame Jessi, estoy aquí contigo, trata de calmarte - Le hablo - Estás bien, estás a salvo...

Sigo pero nada cambia, me atrevo a decir que esta peor, sus labios se ponen morados...

No Jessi, por favor no...

- Pa-para - Pide en un hilo de voz - No sigas.

- Quiero ayudarte.

- ¡¡Si pues no está funcionando Conor!! - Grita moviendo las manos, esta asustada, está agobiada.

Entonces recuerdo lo que me dijo su madre "tratamos de hablarle y calmarla pero solo lo empeoró" soy un imbécil.

Si le sigo hablando no voy a ayudarla, sólo la hundiré más.

En un intento desesperado por hacer algo con por ella, me siento en el espacio que entre Jessi y el costado de su cama, abro mis piernas para que ella entre en medio de estas, la rodeo con mis brazos y la traigo a mi pecho, recuesto mi espalda en el costado de la cama y muevo su cuerpo con el mío de un lado al otro suavemente.

Encontrando Mi Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora