Encontrando Mi Libertad.

Capítulo 32

Despierto y de inmediato mis nervios me atacan. Ayer ni siquiera tuve tiempo de asimilar lo que Conor me dijo, con lo de la caída de Ann, Marcus se puso muy nervioso y Ann (sólo para molestarlo) le dijo que lo iba a demandar por daños y prejuicios, un raspón y no sé que otra cosas tontas más.

Pero en fin........ ¡¡Conor llega hoy!!

Estoy feliz, emocionada, ansiosa, nerviosa, asustada. Todos los sentimientos que existen, los tengo en este preciso momento. No lo voy a negar, lo extrañe, pero el pasar tiempo con Marcus, Ann, Elizabeth y Eliot me distrajo un poco.

Eh pasado toda la mañana nerviosa e inquieta (mi hermana es testigo de eso) Kaci me ah dicho mil veces (sin exagerar) que voy a abrir un agujero en mi habitación.

Es que estuve de allá, para acá, siempre por el mismo lugar, nos sé por que rayos estoy tan nerviosa.

Y, tal vez porque el que Conor llegue, te indica de que sólo falta una semana para que viajes a Francia.

Por primera vez, concuerdo contigo conciencia, o bueno, conmigo.

Ahora estamos en el aeropuerto (mamá, papá, Kaci, Mike, Luis, Ann y yo), sip, toda al familia, Ann no se iba a perder esto. Hable con Conor antes de que su vuelo despegara, y ya deben estar por salir del avión.

Siento un vibración en mi trasero, sé que estoy muy, muuy nerviosa pero eso no es normal.

¿Estaré sufriendo un ataque?

¿Un ataque con vibración en tú trasero? ¿enserio Jes?

Uno nunca sabe.

Es tú celular tonta.

Ups.

Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y veo que Conor me está llamando.

- ¿Ya llegaron? - Pregunto ansiosa.

- Si, ya bajamos del avión. - Dice con voz cansada.

- ¿Donde están?

- En la puerta siente.

- Bien vamos para allá.

Caminamos entre las personas que también esperan a familiares o que van a viajar y llegamos a la puerta que dijo Conor, esperamos unos minutos cuando unos ojos verdes se asoman por la puerta, reconocería esos ojos donde fuera.

Conor y su madre Amelía se acercan y saludan a todos con abrazos y besos, saludo feliz a Amelía con un beso y un gran abrazo, cuando me separo de ella, veo a mi amigo de la infancia parado frente a mi con una gran sonrisa la cual le devuelvo.