Capítulo 1

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Despierto como todas las mañanas a lavar mi cara para empezar el día activa y con una buena actitud....
Y.... Luego me encuentro con mis padres, la verdad no se por que sigo levantándome temprano si ya no voy a clases, eh intentando dormir más, pero es una costumbre que será difícil de acabar.

Mi padre está bebiendo su café matutino antes de ir a trabajar y mi madre lava los trastos de anoche, mientras yo intento volver a mi habitación sin que me vean levantada a estas horas (aproximadamente las 6:00am).

Pero con los padres al parecer tienen un sexto sentido, me vieron tratando de volver a mi cuarto por las escaleras del corredor.

- Buenos días pequeña. - dice mi papá en tono cursi.

- Buenos papá. - respondo sin más.

- ¿Pero que haces levantada tan de mañana hija? - pregunta mi madre en un tono preocupado.

- La costumbre de la escuela. - respondo con fastidio.

- Debes descansar bien nena, no querrás estar gruñona todo el día ¿vedad? - comenta mi padre de manera extraña, como si le hablara a un perrito.

- Papá! - Digo con enojo ante su trato.

- Lo sé, lo sé, un chica de 17, ya lo sé bebé. - dice en burla

Se levanta de la mesa para ver su reloj favorito, da un beso a mi madre de despedida para luego hacer lo mismo en mi frente, sale de la cocina camino a la calle donde enciende su auto para tomar rápidamente la ruta a su empleo.

Papá trabaja como gerente de ventas, según él las ventas jamas paran, por eso siempre esta trabajando, aun cuando parece que no lo hace. En cambio mamá es una típica ama de casa, se encarga de cocinar, lavar, hacer las compras y todo lo que una madre hace.

Después de la salida rápida de papá, aprovecho de convencer a mamá de dejarme salir de casa, para distraer mi mente del encierro.

- Oye ma.. Sabes, quiero salir hoy si puedo. - Comento mientras ella seca sus manos y limpia la isla de la cocina.

- ¿Como para que? - Pregunta sospechado de mis intenciones.

- A buscar libros, a la biblioteca. - Digo con sinceridad.

La mirada de Lisa Harper pasa de ser la de una madre amorosa a una preocupada, conozco esa mirada, no me dejara ir. No insisto porque lo eh intentado muchas veces antes y sé por experiencia que no servirá de nada, doy media vuelta en señal de derrota, pero algo milagroso ocurre de repente.

- Esta bien, si de verdad quieres ir. - La escucho decir no del todo convencida.

- En serio! Gracias mamá, no tardo. - La abrazo y camino rápido a la puerta...

- Espera! - Oigo su voz y me detengo - Luis te acompañara por tu seguridad - Dice con autoridad señalando a mi aun dormido hermano mayor que baja con dificultad las escaleras.

- ¡Que! - Grita Luis desde los escalones.

- Como lo has oído. - Dice mamá con mucha seriedad.

- Pero yo ya tengo planes! - Dice molesto por la decisión tomada sin su permiso.

- Pues ahora han cambiado - Responde mi madre sin pensar cambiar su opinión.

Mamá mueve la cabeza hacia mi hermano para que suba a cambiarse y me custodie hasta la biblioteca y de vuelta. No estoy de acuerdo, la biblioteca es mi refugio, mi lugar donde dejo todo atrás y viajo por el mundo gracias a los maravillosos libros que ahí me esperan.

Pero no discuto ya que el solo hecho de dejarme salir de la casa es algo, así que sólo espero a Luis con ansias para encaminarme a mi lugar favorito, y si, sé que no es normal que el lugar favorito de una joven sea una vieja y sucia biblioteca pública, pero creo que no soy tan normal como pensé.

Encontrando Mi Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora