Han pasado dos semanas desde aquel día, día el cual no logro sacar de mi mente, mis padres han ido muy seguido a la empresa, últimamente son muy solicitados por está, Kaci y Mike pasan mucho más tiempo juntos y eh visto a Luis muy sospechoso, saliendo de casa temprano y regresando tarde, y bueno yo.....
Yo no eh salido de casa, y no, no es porque me castigaran de nuevo,como quisiera que así fuera, al menos tendría una excusa, no, todo lo contrario, me han invitado tanto Kaci como mis padres. Soy yo la que no me permito salir de casa.
Desde que pasó lo que pasó todo ah cambiado para mi, no me siento segura ni en el porche, ni adentro de mi casa, últimamente estoy demasiado ansiosa y nerviosa, todo, así sea lo más mínimo me asusta o inquieta. Tanto que ya no dejo que mi padre me bese en la frente como siempre lo hace, no me siento cómoda o segura con nadie, tal vez exagero pero no puedo evitarlo.
Es extraño, no me siento cómoda ni con mi familia pero prefiero estar con ellos a estar sola, porque cuando estoy sola aquel recuedo vuelve a mi mente atormentándome, pasa por mis pensamientos una y otra vez, y no solo eso, sino también el que habría pasado si Conor no me salvaba ese día.
Me siento mal, derrotada, sucia, débil, agotada, asustada, pero el peor sentimiento que tengo es la impotencia de no poder hacer nada para cambiar ese día o para olvidarlo, me siento tan, pero tan débil e insignificante que los últimos tres días no eh salido de mi cuarto y cuando lo hago es para buscar mi comida y volver a mi habitación, mis padres han estado muy preocupados por mi y no los culpo, pero les eh mentido y al parecer se lo han creído todo. Kaci ah intentado charlar pero no le eh dicho nada.
No quiero que nadie lo sepa, no quiero hablar de eso en voz alta, no puedo hacerlo por más que lo intente, a veces por la noche, puedo sentir como, su respiración contra mi piel, escucho su voz e incluso veo siluetas en mi cuarto, quizás sea mi imaginación y mi ansiedad, pero todo el tiempo estoy muy asustada y no sé cuanto más pueda soportar esto.
Lo que más me indigna es que ya mis padres me han levantado el castigo hace dos semanas, pero ahora soy yo misma quien me encierro y obligo a aislarme de los demás, ahora más que nunca necesito a Ann, si hablara con alguien seria con ella, pero no ah vuelto a pasar por aquí y yo no me permito ni salir al porche por pánico. Pánico a que sé que ese chico está suelto por las calles haciéndole a muchas chicas lo que intentó conmigo, pánico a que yo conozco su rostro, el cual no puedo sacar de mi cabeza, pánico a verlo en la calle y paralizaime y pánico a que el conoce mi cara y podría reconocerme eh intentar terminar lo que empezó.
Me encuentro en mi cuarto como siempre y escucho que tocan la puerta, es mi mamá que me pide permiso para enterar y yo la dejo.
- Hola, ¿como estas? - Me pregunta mientras pasa.
- Cansada, ¿que pasa? - Pregunto viéndola.
- Solo quería decirte que Amelía y Conor vendrán a comer hoy con nosotros.
Lo que me faltaba, las cosas han estado algo tensas con Conor, todo porque el quiere que le cuente lo que me pasó y yo no quiero hacerlo.
- Esta bien, ¿tengo que estar ahí? - Mi cara deja ver que no quiero.
- Estas metida aquí siempre, si tienes que estar.
- Bien.
- Pues ve a arreglarse que en pocos minutos la comida va a estar y ellos llegaran.
- Te salió verso mamá - Digo riendo.
- Todo porque sonrías de nuevo Jes.
Sale de mi cuarto y veo que esta esforzándose por verme bien y complacerla es lo menos que puedo hacer ahora, tendré que fingir que estoy de maravilla y creo que no se me va hacer fácil.
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Encontrando Mi Libertad.
Teen FictionJessi Harper vive en un mundo vacío y aburrido, un mudo donde se siente prisionera, pero eso cambiará de manera drástica cuando alguien la ayude a encontrar lo que se le ocultó.