Si no te hubiera conocido [Mikaela y tu]

Capitulo 26: El corazón late de nuevo

"No me dejes
Eres mi esperanza.

Mantén los ojos abiertos y siéntelo

No estas sola"

"Todo regresa al pasado en segundos.

Encontré una razón para vivir en el presente.

Conocerte"

Sentada, asustada y amarrada con cadenas que lastiman mis brazos. Una lámpara apuntando a mi cara, mientras esa mujer de cabellos verdes camina a mi alrededor con un arma.

De pronto veo cómo apunta el arma hacia mi, y jala el gatillo...!

Desperté moviéndome y gritando un poco por el susto de la pesadilla que acababa de tener. Pero de inmediato sentí un dolor en mi abdomen por lo que situé una mano ahí y dejé de moverme para evitar lastimarme otra vez.

Estaba agitada y sudando un poco, mi alrededor estaba oscuro ya que era de noche, pero claramente aún seguía en el hospital.

Desde que he logrado salir de ese infierno no he podido tener una  noche tranquila, igual que siempre. A pesar de saber que ya no estoy ahi, aún me siento nerviosa la mayor parte del tiempo, aún tengo miedo de cerrar los ojos, a veces esas horribles imagenes invaden mi cabeza y me llevan de nuevo a ese lugar aunque no esté dormida.

Ahora no es la excepción. Mi respiración estaba fuera de contról. El dolor en mi abdomen se sentía punzante, fue por el movimiento brusco... puede sangrar otra vez...

Tengo que calmarme... pero no sé como conseguirlo, la oscuridad inevitablemente hace que recuerde mis días allí...

Vamos __________... cálmate... solo... solo respira...

Recuerda...

Esa vez...

*Flashback*

—Está despierta, ten un poco de cuidado ¿De acuerdo?

—Claro

Esa voz de nuevo.

Por la puerta entró aquel chico rubio.

—Mika... —Balbuceé con la poca fuerza que tenía.

No alcanzó a escucharme puesto que mi voz sonaba demasiado baja y débil, además de estar aún con la máscara de oxígeno.

Él se acercó y solo pude seguirle con la mirada, aún no podía mover mi cuerpo.

Se situó en una silla al lado, se mantuvo callado durante un par de minutos, y luego...

—Veo que estas bien. Dijeron que no habían muchas posibilidades de que sobrevivas... Pero confiaba en que lo harías... —Dijo evitando verme el rostro, paseaba sus mirada por cualquier lado menos a mi cara o cerca de ella.

No podía hallar fuerzas ni para dar una respuesta entendible, lo único que hacía es mover la mirada.

Finalmente él se giró a ver mis débiles ojos situados en su preciosa cara. Se le podía ver dudoso y pensativo.

—Estoy feliz de que estes aqui de nuevo ____________... no sabes cuanto... —Mencionó de forma delicada moviendo su mano hacia la mía, no pude reaccionar a ello porque mi cuerpo no me lo permitía, pero si mostré una ligera y obviamente débil expresión de sorpresa y un poco de confusión.