Capítulo 47: No de nuevo

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Narra Alexandra

Habían pasado cerca de tres días y Harry aún no me hablaba y yo tampoco a él.

Aún faltaba poco menos de un mes para las vacaciones de pascua, y los profesores no paraban con las tareas. Hoy era sábado por lo tanto no teníamos clases.

Draco me había pedido que nos viéramos, así que lo estaba esperando afuera de la Torre de Gryffindor.

- Hola - exclamé cuando lo vi llegar.

- Hola, vamos a tu habitación, ¿está Granger? - preguntó mientras caminábamos a mi habitación.

Lo miré un poco extrañada.

- No.

- Mejor - murmuró.

Entramos a mi dormitorio y él cerró la puerta, sentándose después en mi cama.

- ¿Qué pasa? - pregunté, sentándome a su lado.

- Hay algo que necesito contarte, pero por favor, prométeme que me escucharás hasta el final - murmuró viéndome.

- Bien, lo prometo. Ahora dime qué pasa.

- E-Escucha, antes de que tú y yo comenzáramos a hablar y nos empezáramos a llevar un poco bien. Cuando recién ingresaste a Hogwarts, mi padre vino a verme y me pidió hacer algo. Algo que quiero aclarar, no tengo pensado seguir haciéndolo.

- ¿Hacer qué Draco?

- Mi padre me pidió que te vigilará, que estuviera al tanto de lo que tú hicieras, qué y con quién, todo lo que tú hacías yo estaba obligado en decírselo, nunca he entendido por qué. Al principio no me costaba trabajo, pero después, me fui enamorando de ti, así que había ocasiones en donde yo prefería no vigilarte tanto, para engañarme a mi mismo diciéndome que no sentía nada, el día en el que Pansy te atacó yo fui quien entró al baño junto a Zabini y Nott, les dije que te llevaran a enfermería, pero que no te dijeran nada sobre mí, de esa forma yo me seguiría manteniendo alejado de cierta manera. Pero luego Snape nos pidió hacer ese trabajo en equipo y tú y yo comenzamos a convivir más, en ese entonces tú seguías con Cedric, así que me repetía una y otra vez que estarías mejor con él que conmigo, después él hizo eso con Chang. Ahí fue cuando me decidí en que debía intentar algo contigo, qué tal vez, no soy tan malo. Mi padre quería que estuviera más cerca de ti y eso me beneficio, porque ahora yo quería acercarme a ti por voluntad propia, no por las órdenes de mi padre. Y quería decírtelo porque me correspondía a mi hacerlo, no quería que te sintieras utilizada luego de saberlo por alguien más, esto te lo digo porque no quiero mentirte u ocultarte las cosas.

- ¿Me estás diciendo que todo este tiempo, le estuviste informando a tu padre lo que yo hacía? - pregunté seria y él asintió.

- Sí pero no pienso hacerlo más, porque...

- Vete- murmuré.

- Pero...

- Qué te vayas, vete, te invité a mi casa Malfoy, conociste a mis padres, te conté sobre la enfermedad de mi madre, te conté muchos secretos, ¿y todo eso vas y se lo cuentas a él? - bramé molesta.

- Cariño, por favor, créeme todo lo que te conté es cierto, estoy enamorado de ti, yo te...

- Cariño nada, ¿quién me asegura que el que te enamoraras, - exclamé simulando hacer comillas con mis dedos al decir esta última palabra - no es en realidad otra orden de tú padre?. Vete Malfoy, por favor.

Lo miré sentía que mis ojos me picaban y un dolor en mi garganta, sus ojos estaban cristalizados, me miró y después se puso de pie y se fue, cerrando la puerta de un portazo.

Tomé mis cosas y entré al baño, abrí la llave y dejé que empezara a caer el agua, me quite la ropa y me metí a la tina, entonces, comencé a llorar.

No de nuevo.

.
.

Salí de la ducha, y me vestí, después me dirigí a la sala común, en donde estaban Fred y George sentados.

- Hace un rato vimos salir a Malfoy de tu habitación y no se veía muy bien que digamos y por tu cara, puedo deducir que algo pasó - exclamó George, hice una mueca - ven enana, siéntate.

Me dejé caer a su lado, el pasó su brazo por arriba de mis hombros, haciendo que mi cabeza quedara en su pecho. Fred estaba sentado en el sillón que estaba frente a nosotros.

- ¿Seguros que quieren que les cuente? - murmuré viéndolos.

- Lo que sea que te aflige debes de contárnoslo para saber como hacerte sentir mejor, así que sí, queremos que nos cuentes - comentó Fred.

- De acuerdo...

Les conté todo de principio a fin, de manera detallada y cuando terminé ambos se miraron entre sí.

- ¿Quieres que te digamos que opinamos? - me preguntaron ambos, yo asentí - dice la verdad.

- Sabes aunque Malfoy, no sea la mejor persona con las demás, te protege enana, te quiere, así que no creemos que te haya mentido en lo que te dijo. - comentó George.

- Con todo lo que ha pasado, ya no sé que creer George - exclamé mirándolo - ya no sé qué pensar, tengo que procesar demasiadas cosas, primero ¿qué se supone que haga como heredera de Slytherin?, después el ser hija de Voldemort y ahora esto.

- Pues entonces deja de pensar y mejor acompáñanos y distráete un rato, George tiene una broma nueva lista.

- Oh es cierto, ¿lista para escucharla? - murmuró George y asentí - aquí vamos...

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- ¡Corran! - gritó Fred, habíamos repartido dulces a todos los que se encontraban en la biblioteca, incluyendo a la señora Pince. Para que todos pudieran comerlos, era necesario también darle un dulce a ella, pero bueno, ahora ella también se había convertido en un canario.

Salimos corriendo mientras Filch nos perseguía y la profesora McGonagall nos gritaba y a la vez trataba de regresar a todos a humanos.

- Por aquí - murmuré girando en un pasillo, Fred y George me siguieron.

Encontramos un aula vacía y nos encerramos en ella.

- ¿Logramos distraerte? - preguntaron ambos recuperando el aire, asentí sonriendo y ellos sonrieron también - excelente.

Alexandra Riddle (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora