A Lord Voldemort lo engañaron acerca de su hija, a Alexandra Riddle le ocultaron sus orígenes.
Cumplidos los 14 años Alexandra descubre que sus padres muggles en realidad no son sus padres, y el mundo en el que creía vivir en realidad es más grande...
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Narra Draco
Caminé llegando a la orilla del lago, en donde Alexandra ya me esperaba, tenía la carta en sus manos, me senté a su lado.
- ¿Nerviosa? - pregunté.
- Algo, ya no estoy segura de si quiero abrirla, más que nervios, tengo miedo, ¿y si mis padres biológicos en realidad me abandonaron porque no me querían con ellos?
- No creo que esa sea la verdadera razón, además nunca podrás estar segura de ello, si no lees lo que está dentro de ese sobre.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? - murmuró viéndome, asentí - ¿si mis padres biológicos también son muggles, tus padres harían que te alejes de mí?, es decir, me has contado sobre tu familia y creo que la única razón por la que aún te dejan salir conmigo es porque soy adoptada, así que supongo que eso les da esperanza de creer que yo aún puedo ser hija de magos.
Me detuve a pensar un momento, y lo que decía Alexandra era totalmente cierto, pero, mi padre me había pedido que me acercara a ella desde mucho antes de que les contara que ella es adoptada, algo aquí no está bien, tendré que averiguarlo, pero por ahora, necesito calmar sus nervios y darle seguridad.
- Aún así no me separaría de tu lado, creo que sería una estupidez el separarme de ti solamente porque ahora sabremos quienes son tus padres biológicos, tal vez fui criado para no relacionarme con los muggles o magos nacidos de muggles, pero yo me enamoré de ti Alexandra, así que lo que importa es eso, tú, el resto es solo algo secundario ahora para mí. Puedes estar tranquila por eso.
Ella sonrió y se acercó dándome un beso en los labios, estaba a punto de separarse, pero la atraje hacia mí, besándola de nuevo, ella puso su mano sobre mi mejilla, luego nos separamos y sonreímos.
- Bueno, es hora de saber la verdad supongo - exclamó.
Narra Alexandra
- Bueno, es hora de saber la verdad supongo - murmuré abriendo el sobre.
A quien corresponda,
Soy la madre de la pequeña que están viendo, si ésta carta llegó a sus manos, posiblemente yo ya no esté en este mundo. La bebé que está en esa pequeña cesta, se llama Alexandra, es la niña más risueña, dulce y traviesa que podrán conocer.
Sonreí limpiando una lágrima que se deslizaba por mi mejilla, Draco me miró y me abrazó, recargue mi cabeza en su hombro y continué leyendo.
Ella ahora necesita a unos padres que cuiden y velen por su bienestar, así que supongo que si ella ahora está con ustedes, es porque son los indicados. Deben de saber que Alexandra es una persona muy especial, que tendrá talentos extraordinarios, está en su sangre y en sus genes. Dentro de algunos años, lo más seguro es que alguien toque su puerta con el nombre de Rubeus Hagrid, él en su momento les explicará a qué me refiero. Por ahora, espero que cuiden de mi hija, mi pequeña, la que será la luz en la oscuridad.
