A Lord Voldemort lo engañaron acerca de su hija, a Alexandra Riddle le ocultaron sus orígenes.
Cumplidos los 14 años Alexandra descubre que sus padres muggles en realidad no son sus padres, y el mundo en el que creía vivir en realidad es más grande...
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Narra Alexandra
Los últimos días nadie ha parado de hablar acerca del Baile de Navidad, mis padres me enviaron una carta, diciéndome que entendían que no pudiera pasar navidad con ellos, pero que nos esperaban el 26 de diciembre, para que al día siguiente fuéramos a la fundación como cada año, tal vez a los chicos les gustaría.
Como la apuesta con Malfoy será reanudada hasta nuevo aviso, ahora ambos nos encontrábamos en la clase de Snape, trabajando en nuestras pociones.
- ¿En qué tanto piensas Evans?, espero estes poniendo atención a los ingredientes que estás añadiendo al caldero, no quiero que Snape nos repruebe por tu culpa - exclamó Malfoy captando mi atención.
- Si nos reprueban a ambos lo más probable es que la culpa sea tuya Malfoy, sólo pensaba en las vacaciones - dije, mientras que añadía la pluma de joberknoll al caldero.
- ¿Tú también estás harta de la escuela no es cierto? - murmuró pasándome la galanthus nivalis - yo también estoy cansado, sabes, mi padre tenía pensado en enviarme al Instituto Durmstrang, antes que pensara en Hogwarts.
- ¿Y por qué no te envío entonces?
- Por mi madre, ella no quería que yo estuviera tan lejos de ella, así que me inscribieron en Hogwarts - dijo acomodando uno de sus anillos.
- Tu madre parece ser alguien importante en tu vida, ¿podrías pasarme las hojas de alihotsy, por favor?
- Claro. - exclamó entregándomelas y dio un pequeño suspiro - Mi madre en realidad es lo más importante para mí, ella siempre ha estado ahí, cuidándome, sin importar que, es la mujer más fuerte y cariñosa a la vez que he conocido.
- Vaya - exclamé, no pensé que Malfoy quisiera tanto a su madre.
- ¿Qué? - preguntó él, mirándome fijamente.
- Nada, sólo que no creía que quisieras tanto a tu madre, porque, bueno, cuando recién te conocí eras alguien que siempre trataba al resto con superioridad, tratándolos con indiferencia, siendo sarcástico e incluso algo burlesco, molestándolos, me incluyo en ese grupo de personas. - exclamé mirándolo ahora yo a él.
- Ninguna palabra a nadie sobre lo que te acabo de contar Evans, además, ¿quién dice que no sigo siendo ese Draco Malfoy, molestando a los demás?, el que ya no te moleste a ti, es otra cosa, ¿recuerdas los prendedores que hice sobre Potter? - exclamó el y lo recordé, antes de la primera prueba, Malfoy había repartido entre Slytherin y el resto de las casas unos prendedores burlándose de Harry, los cuales tenían la frase "Potter apesta", y cuando los tocabas la frase cambiaba a "Diggory es nuestro verdadero campeón".
- Claro, ahora lo recuerdo, que gran desperdicio de prendedores Malfoy - exclamé negando con la cabeza.
- ¿Quieres que haga unos para ti también Evans? - dijo en tono burlesco.
- No gracias, creo que paso, sería otro gran desperdicio, solamente para escribir el mensaje "Evans apesta", ¿quien querría un prendedor con una mentira como esa? - dije mientras continuaba con la poción.
- No es ese el mensaje que tenía pensado poner en ellos - escuché como lo dijo casi en un susurro, lo miré rápidamente y el sonreía de lado, buscando el resto de los ingredientes.
. . .
Narra Draco
- Yo guardaré la poción para curar heridas - le dije a Evans tomando el pequeño frasco con el líquido dentro.
- Bien, entonces yo llevaré la poción para la memoria, la próxima clase haremos la Felix Felicis y terminaremos por fin con nuestro trabajo - exclamó, sonriendo satisfecha, tomó su mochila poniéndola en su hombro - te veré en la próxima clase Malfoy.
- Adiós Evans - dije y ella se fue.
- ¿La invitarás al baile no es cierto? - exclamó Zabini sonriendo, mientras ponía su mano en mi hombro dándome un pequeño golpe, aparte su mano.
- Tal vez - dije, tomando mi mochila y caminando hacia la salida, Nott y Zabini me siguieron.
- ¿Como qué tal vez Malfoy?, serías un idiota si no lo haces, Zabini y yo hemos notado como la miras - exclamó Nott a mi lado.
- ¿Y cómo se supone que la miro, según ustedes? - pregunté.
- Oh bueno ya sabes, pones esos ojos de huroncito feliz - exclamó Zabini y yo lo fulminé con la mirada, sabia que odiaba que me llamara hurón - es decir, tus ojos brillan cuando la miras Malfoy y creo que tú mismo lo sabes, no pierdes nada preguntándole si quiere ir al baile contigo.
- Además, si te tardas demasiado quizás la invite alguien más - continuo Nott ésta vez, apoyando el comentario de Zabini.
- Tal vez la invite, ¿de acuerdo?, ya se los dije, así que dejen de molestar - exclamé, en realidad, quería invitar a Evans al baile, ya tenía pensado hacerlo, pero, si dejaba con la duda a Nott y a Zabini, tal vez ellos creerían que no tengo tanto interés en ella y dejarían de molestar.
Entramos a la sala común, ellos se quedaron ahí en uno de los sillones pero yo fui a mi dormitorio, dejé mi mochila en la cama y salí en dirección a la oficina de Snape, mi padre me estaba esperando ahí.
- Ya estoy aquí padre - dije entrando a la oficina.
- Hasta que llegas Draco, siéntate - murmuró, así que hice lo que me pidió - necesito que sigas vigilando a Alexandra Evans, junto a Nott y Zabini como lo han hecho todo este tiempo, solamente que ahora, quiero que te acerques a ella Draco, mantenla lo más cerca de ti que puedas, no preguntes por qué - y yo no tenía la menor intención de hacerlo, me estaba pidiendo que me acercara a ella - he escuchado a varios hablar sobre ese absurdo Baile de Navidad, tienes que invitarla y lograr que vaya contigo, encárgate de mantenerla a tu lado. Eso es todo, puedes irte - asentí y me puse de pie.
- Oh créeme que ya tenía pensado hacerlo, padre - susurré, cerrando la puerta tras de mí.
