Nessun Dorma (Parte 1)

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Dedicatoria: a @berthatadeo7 por esa idea grandiosa que me diste, mas adelante será fantástica para lo que quiero, tu sabes de que te hablo, love you amiga.




Ajan Kloss

Estoy cansada pequeñín, no es nada —le respondió, Rey al pequeño droide, que se había convertido en su compañero de entrenamiento en las últimas semanas, aunque su amo refunfuñara por no estar con él.

Sé que extrañas a Poe, si quieres la próxima vez te vas a una de sus misiones.

BB-8 le respondió con un pitido, diciéndole que ella lo necesitaba más en esos momentos y que Dameron se había llevado a R2-D2.

El pequeño droide estaba alarmado porque tenía días observando a Rey distraída, mirando que a duras penas se alimentaba siendo ella de buen comer, los últimos días se mostraba ojerosa y decaída, así que la Generala Organa le había encargado secretamente la misión de cuidar de su joven padawan.

No siempre Leia podía acompañar a su aprendiz, pues después de la batalla que hubo en D'Qar su cuerpo se debilitaba, aunque se hacía más poderosa en la fuerza, era humana y sentía cada día mas agotamiento en su deteriorado organismo así que le dejo la tarea de acompañar a Rey al pequeño droide naranja de Poe aunque este rechistara al principio y el pequeñín cumplía a pies juntillas las ordenes de la Generala.

Rey en cambio trataba de ocultar su melancolía delante de todos aunque sospechaba que su Maestra no se tragaba sus embustes, practicaba cada día hasta dejar agotado su cuerpo, el sable de luz que ella y Ben fragmentaron al fin estaba terminado, lo que le permitía practicar con los droides y casco de entrenamiento Jedi.

Salía todos los días desde muy temprano y regresaba antes de que anocheciera, luego seguía con las traducciones de los textos con el maestro Kin y C3-PO, además aprendía historia con él y otras materias, a ella le gustaba aprender todo lo referente a la galaxia, especies e idiomas.

Eso la mantenía con la mente ocupada, pero cuando llegaba la hora de dormir, empezaba su suplicio, solo podía pensar en esos bellos ojos marrones que la contemplaron con dolor la última vez que discutió con él, pensaba que separándose de Ben acabaría todo pero nada fue como pensó, estaba rota por dentro, el dolor cada día era mayor, los enlaces se producían solo cuando ella estaba desocupada y eran destellos de unos segundos, ella los bloqueaba o el mismo Kylo lo hacía, lo que era más doloroso aún.

Desde esa noche que sucedió su último encuentro, quedo devastada y sabía que él también, podía sentir su dolor, frustración y rabia.

Ella solo sentía que la oscuridad la asechaba cada día, se sentía vacía, sola, tenía miedo de no volverlo a ver, que Kylo terminara con su vida o ella en un arranque de oscuridad acabara con el único hombre en toda la galaxia que la conocía y comprendía como nadie jamás lo haría.

Pero que podía hacer, él seguía cometiendo atrocidades y eso no lo podía seguir soportando aunque lo amara, Ben Solo no salía de esa maldita cueva oscura en la cual se encontraba.

El problema era que ella misma estaba hundiéndose en la oscuridad y trataba de sacar esas pesadillas y voces siniestras que la llamaban invitándola a tomar un poder que ella no entendía.

Una pesadilla que se repetía constantemente, siempre era lo mismo, cada vez era más clara pero ese mal sueño no solo era ver esa figura decrépita y monstruosa invitándola a unirse a él, sino que lo que la perturbaba y la que la hacía permanecer con los nervios de punta era ver como ese monstruo mataba a Ben Solo delante de sus ojos, porque era a él, a quien miraba no a Kylo.

Sparkles in my soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora