¡Mi pequeño caza estelar!

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Dedicado a todas las nuevas lectoras y las que son fieles a la historia.


Ajan Kloss


Rose estaba dando unas órdenes a unos mecánicos, cuando Kaydel se acercó junto con Janaah, haciéndole un movimiento de cabeza para que las siguiera. Asintió discretamente, pero antes dejó dejar a cargo a uno de sus hombres de confianza y salió en dirección a donde estaban las chicas.

Vamos al edificio de Rey, Rose, cortemos camino para que nadie sospeche —le dijo Janaah entre dientes.

Se fueron por caminos distintos, encontrándose unos minutos después, en la sala de controles, la cual estaba instalada secretamente en el pequeño edificio de Rey.

— ¿Qué sucede? —inquirió Rose mirando a ambas chicas con sospecha.

Esperamos a mi padre... —les anunció Janaah y Kaydel asintió con un movimiento de cabeza.

Nos dijo que lo esperamos unos minutos —continuó Kaydel—. ¿Rose te has comunicado con Rey? —preguntó la teniente.

Hace unos días, que no sé nada de ella e intenté establecer comunicación pero no he podido. Estoy segura que está bien, pero es extraño, por mucho que este viviendo su idilio de amor, ella siempre me saluda que está bien... bueno, deberían de haber visto su rostro la última vez que hablé con ella, estaba más bella que nunca —recordó Rose soñadora.

Estaban platicando cuando el General Lando hizo acto de presencia.

General... —saludaron las dos oficiales.

Padre... ¿qué es eso tan importante que tienes que decirnos?

Chicas... tenernos que ir a Pastoria. —contestó bastante animado.

¡Al planeta de los insectos! —expresó Kaydel con desdén, pues recordaba la traición de los pastorianos en el pasado, cuando solamente utilizaron a la Resistencia en beneficio de ellos mismos, luego se pusieron a favor de la Primera Orden.

No te preocupes por eso lindura... —le respondió El sonriente general—. Hay una parte del planeta, en donde solamente habitan humanos y otras especies. Los pastorianos están en la otra parte del astro.

Pero... ¿Por qué tenemos que ir a ese planeta Señor? —intervino Rose.

Si por favor, explícate padre... —Janaah estaba algo impaciente.

Recibí un mensaje encriptado de Faenor y Anthea Haraldsen... Amigos míos y ex contrabandistas. —recalcó y las chicas rodaron los ojos— Ben y Rey están en Pastoria bajo la protección de ellos.

Las chicas estaban asombradas y emocionadas, ya que al fin tenían noticias de Rey.

Preparen sus mejores galas chicas, porque me encargaré de ir a preparar una boda, por medio de un clérigo que conocí en Naboo hace años... y es miembro de la antigua orden del que ofició la boda secreta del abuelo de Ben y también; ocultó la identidad de los jóvenes en aquel tiempo... esta persona me aseguró que haría todo legal, y sabe perfectamente cómo hacer pasar el matrimonio desapercibido, ocultando esos datos en la Galaxia para poder hacerlos pasar por los nombres que los chicos inventaron: Ben y Rebé Skylor.

Y... ¿eso es posible? —indagó Rose asombrada ante aquella estratagema.

En el mundo del contrabando, todo es posible mi querida niña —sonrió con picardía Lando.

¿Y qué le diremos a los dos generales? —inquirió Kaydel haciendo caso omiso de las bromas de Lando.

Ya me inventé una misión personal... les pedí ayuda a esos dos chicos. Les dije que necesitaba establecer una compra de bombas de protones y un rayo tractor nuevo para el Eravana, por lo cual necesitaba de sus mejores oficiales para la misión y no ser engañado. Al principio no me creyeron mucho, ya que conocen mi reputación de astuto contrabandista, pero... les dije que ya estoy viejo y a veces necesito algo de ayuda. —Se encogió de hombros mientras les contaba su argucia.

Sparkles in my soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora