¿Usted es...? no puede ser...

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Ben ubicó las coordenadas que Rose envió en la pantalla de navegación, y de inmediato se dio cuenta que era la baliza del espaciopuerto de Coronet.

­—Pensé que nos enviarían a un lugar más clandestino —se mostró receloso y le anunció a Rey su inquietud.

¿Por qué lo dices? ¿Hay algún problema?

Veras, Corellia es una ciudad muy concurrida por el comercio y también atraen mucho los astilleros Santhe y dado que venimos en condiciones de comerciantes, tenemos que guardar mucha cautela, porque este lugar está bastante vigilado y existe la posibilidad que nos revisen la nave, aunque todavía tengo mis credenciales de Ben Skylor... —Hizo una pausa bastante preocupado.

¿Quieres que consulte nuevamente con Rose? tal vez, se equivocó.

No lo creo, Rey... Pero si está con ese viejo rufián de mi tío Lando... y conociendo lo que es capaz de hacer y las conexiones que seguramente debe de tener... no me extrañaría que fuera amigo de alguien en el espaciopuerto y haya tenido que pagar muchos créditos, para tener libre entrada y salida.

¿Tú crees? —Rey hizo una mueca divertida conociendo la respuesta.

Mi tío Lando, es capaz de ofrecer créditos hasta a las CorSec (Fuerza de seguridad Corellianas)

Rey se empezó a reír a carcajadas, por las supuestas correrías del viejo contrabandista.

No sabes las cosas y los líos en los que se metían él, mi padre y Chewie, más de alguna vez mi madre les salvó el pellejo —hizo una sonrisa torcida.

Ya lo creo —continuó Rey carcajeándose, mientras se enjugaba las lágrimas.

Y muchas de esas veces... me utilizaban como escudo, te juro —sonrió recordando aquellos días—. Me llevaban a escondidas de mi madre y bueno, ya te imaginarás lo demás.

De verdad que eran unos rufianes —tosió Rey, tratando de controlar las carcajadas.

Antes de arribar en el espaciopuerto, Ben le estuvo relatando varias de las escapadas y actos ilícitos de los viejos contrabandistas, y las veces que lo usaron como cebo para salir ilesos de algunos lugares. Después de varios minutos, llegaron al número de hangar que Rose les había enviado. Antes de bajar de la plataforma de la nave, acordaron en llevarse a R2-D2 mientras KT haría guardia en la nave.

Los recibió un amable sullustano de aproximadamente 1.30 metros. Les advirtió que todo estaba en orden, y que su amigo el General Calrissian, se había encargado de todo, algo que a Ben no le extrañó. Aunque él usaba el nombre de Ben Skylor, y se presentó siempre en esa ciudad como un comerciante pacífico en el pasado, tomó sus precauciones y utilizó su casco de supuesto ciego, el cual Rey le realizó unos arreglos para que el joven pudiera ver sin que nadie reparara en él.

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