Lo volvería a hacer una y otra vez...

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Rey iba pilotando la Nubian con gran emoción. Finalmente se había animado en llevar el mando y a Ben le encantaba verla esmerarse en aprender cosas nuevas, aunque ella fuera una piloto muy capaz, antes quería conocer la nave. Admiraba la forma en que ella sola aprendió a pilotar y a defenderse en la vida.

Rey pulsó las coordenadas cuando salió del borde exterior, para poder entrar al borde medio y ubicar en la consola el sector Chommell, que era donde se encontraba el sistema Naboo.

Ese sector, antiguamente era usado para la ruta de federación de comercio en los tiempos de la Antigua República. Junto a Leía, había aprendido todas esas rutas y también con el general Dameron, quien en ese tiempo de su entrenamiento, él era comandante, le enseñó por órdenes de la Generala Organa, las rutas hiperespaciales desde las más seguras, hasta las más peligrosas como por ejemplo; la ruta de *Archeon.

Iba meditando en esas cosas, mientras observaba el azul del hiperespacio desde la cabina. Ya le había ordenado con antelación a los astromecánicos, que revisarán los escudos deflectores y las torretas laser por cualquier inconveniente. Ben la había dejado a cargo de todo y eso la emocionaba en demasía, le encantaba poder hacerlo junto a su flamante marido y que él también la pilotara, pero nada la emocionaba en sobremanera, que ella pudiera dirigir la tripulación de una gran nave como esa.

Ben iba en el asiento del copiloto, contemplando el sable que había pertenecido a su abuelo Anakin, a Luke y posteriormente ella lo había portado por un buen tiempo, hasta el día de la batalla de Exegol, en dónde ella se lo entregó y el sable al fin lo aceptó.

El joven lo examinaba por todos los ángulos, al igual que lo había hecho con el que ella portaba, el cual era de su madre. Pero ese sable en especial, lo miraba una y otra vez.

Ben... creo que lo vas a gastar de tanto verlo —ella esbozó una sonrisa, mirándolo por el rabillo de los ojos.

El joven giró la silla para verla mejor.

Es que, para serte sincero... todavía no entiendo cómo este sable, llegó al castillo de Maz —inquirió con los ojos entrecerrados, mirando al sable.

Ella puso el piloto en automático y se giró para quedar de frente con él.

¿Sabes...? Hace algún tiempo, le pregunté a Maz cómo lo obtuvo y ella me respondió: que solamente apareció en ese baúl... y Maz esperaba que tú lo encontrarás, pero bueno...

Entiendo... Yo no era digno en ese entonces...

No, Ben... no digas eso...

No... me siento mal por eso, cariño, porque es verdad... en ese tiempo no era digno de él y te encontró a ti, mi otra mitad y luego cuando lo llamaste en aquel duelo en la base Starkiller... entonces supe que tú eras parte de mí, —hizo una pausa— yo intenté llamarlo con la fuerza y no me respondió, pero si lo hizo contigo, no sabía cuál era el misterio que nos unía en ese entonces, solamente pude asumir que eras tú con quién yo soñaba... con quién me miraba luchando para traer equilibrio, y eras mi igual en la fuerza.

Estaba muy asustada, Ben... Yo te había soñado... también en visiones no muy claras y me asustaba ese poder que aumentaba cada vez que estaba cerca de ti... por eso huí del castillo de Maz... de alguna manera te sentí llegar y tenía temor de lo que tú presencia me ocasionaba.

Preciosa... —se acercó a ella para acomodarle un mechón detrás de la oreja— yo también estaba muy asustado desde antes de llegar a Jakku... sentía una hermosa luz que me atraía y Kylo Ren quería extinguirla, pero Ben Solo deseaba que esa luz lo rescatara, entonces cuando supe que una chica había escapado de Jakku en el Halcón, no dudé en ir detrás de ti... te necesitaba, ansiaba verte y cuando te encontré en ese bosque tenía el presentimiento que tú fueras esa joven... eras demasiado parecida a mis borrosas visiones y cuando entré a tu mente, quería protegerte y que nadie me separa jamás de ti.

Sparkles in my soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora