Sparkles in my soul

Ocultos

Hola a todas este es un capitulo informativo, que es importante para la trama en capítulos futuros, espero les guste.

Rakata Prime

— ¡Ya estoy cansado de esta situación! —vociferó furioso Diederik— ¡Medrak -Ti! ¿encontraron algo útil en Mustafar? —preguntó Diederik irritado, esperando escuchar buenas nuevas.

Ya habían pasado cinco largos años y al fin salían de su madriguera, no querían resurgir a la luz hasta esperar que la Republica volviera a acomodarse y enceguecerse en su muy anhelada paz, necesitaban esconderse por un buen tiempo después de lo de Exegol, el problema era que no tenían recursos ni personas poderosas en el Senado que pudieran apoyar los ideales de ambición y poder del Antiguo Emperador Palpatine, todos habían perecido en aquella desafortunada Batalla, no quedaba nada en la Catedral de Exegol, ya que todos los laboratorios de clonación y artefactos de Alquimia Sith habían sido destruidos, apenas un representante de una de la legiones con un Legado ancestral de ellos, Medrak -Ti logró escapar con vida y ser testigo de todo, oculto en las sombras, escondiendo su lóbrega firma.

— ¿Alguna copia de las enseñanzas del Holocron de Darth Revan? escuché que Vader hizo unas copias de los pergaminos que dejó el Antiguo Señor oscuro Darth Bane.

—Algunas copias mi Señor, pero están incompletas.

—No me importa, luego las revisamos, quizás encontremos los ritos que tanto hemos buscado por años, el laboratorio de clonación ya no es opción y solamente nos quedan los oscuros rituales de los antiguos Señores Siths — ¿Algo más?

—Algunos escritos de Darth Vader y Sidious, parece que ambos buscaban la inmortalidad y revivir muertos. Y algunos trofeos de Vader y unas cuantas armas antiguas que se rescataron de Korriban que estaban en el castillo de Mustafar.

— ¿Trofeos dices?

—Sables Jedis, no son muchos pero servirán para todos los legionarios, ya que podemos corromper los cristales.

—Tienes razón, eso ya es algo —profirió Diederik bastante seguro.

—También nos hicimos de unos cuantos cristales Kyber, los cuales Vader guardaba en una cámara secreta a la que logramos acceder.

— ¿Y las famosas reliquias y Holocrones que Vader guardaba?

—Lo siento mi Señor, eso fue lo único que encontramos con Gregos y Knut.

— ¿Cómo dices? Pero si todo eso estaba allí, fue el único lugar que Sidious no saqueó para Exegol, todo lo demás, si lo trasladó por años a la Catedral del Sith Eterno.

—Mi Señor, fue como si el castillo hubiese sido saqueado por mucho tiempo y sospechamos que su nieto tuvo algo que ver, alguna vez escuché a los caballeros de Ren mencionar ese hecho.

— ¡Maldito chico! deshabilitó todo, las reliquias, los escritos, todo... —vociferó enardecido, quebrando por medio de la fuerza una de las lámparas que colgaban del salón de reuniones de aquella cueva oculta que se encontraba en una zona boscosa de ese planeta—. La culpa de todo la tuvo el Anciano decrépito, quien nos mantuvo en las sombras y nunca nos permitió entrar en el juego, con el pretexto de cuando tuviera el poder absoluto y al fin lograra contener todo su tenebroso poder en el cuerpo de su adorable nieta, saldríamos al fin de nuestra guarida para gobernar y someter los planetas que nos prometió como parte del botín. Por esa razón, nos quedamos quietos todo ese tiempo, el cual nos sirvió para entrenar en las artes oscuras que veníamos heredando por generaciones de conocimientos adquiridos por El Señor Oscuro de los Siths en aquel entonces, que se transmitieron por generaciones y nosotros somos el último legado de esa Legión —continuó con su diatriba.