▪︎Capítulo 22▪︎

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Aiden

Unos rayos de luz hicieron que me removiera en la cama, abrí los ojos y me encontré con esos labios que tan adictos se habían vuelto para mi, su suave pelo rubio caía por su pecho y espalda. Llevé una mano hacia su mejilla acariciandola, y depositando un suave beso para no despertarla.

Me giré para ver la hora en mi teléfono y solo eran la diez de la mañana, después de toda la noche que pasamos, nos dormimos y parece ser que caímos en un sueño bastante profundo. Tenía algunos mensajes de mi padre y de Blake.

«Espero que tu novia se encuentre bien hijo, sus padres se fueron del evento después de que sus hijos se fueran. Por cierto un día podrías traerla a casa.»

«Avísame si sucede cualquier cosa»

«Aiden después de lo que pasó lleve a Mack conmigo, espero que mi hermana esté bien. Dile que no se preocupe, Chloé y Raphaël ya se han vuelto a ir»

No entendía muy bien a sus padres, tampoco sabía el porqué de tratarla así. Pero sin duda Amélie tuvo toda razón en decirles aquello anoche. Sentí unos toques en la puerta, seguro que era el desayuno.

Me levanté de la cama y me puse los calzoncillos y una bata de baño que encontré.

- Buenos días señor, en su reserva constaba de un desayuno en la habitación.- me informó un hombre que tendría algunos años más que yo.

-Claro, pase.

Pasó con su carrito repleto de comida y me acordé de que Amélie estaba completamente desnuda en la cama y que anoche me dijo que no quería dormir con las sábanas.

Mierda, la iba a ver. ¿Por qué la habitación no tiene una puerta?

Y solo puedes verla así tú ¿no?

Claro. Me fui rápidamente hasta la cama y la tapé con otra bata que encontré.

Pero me di cuenta de que ese hombre se la estaba comiendo con la mirada.

-Ya puedes irte- dije con frialdad, haciendo que se percatara de mi presencia.

-S-si claro.- pero el idiota seguía viendo a mi chica.

-Deja de comértela con la mirada, por dios- le empujé haciendo que se moviera y quitara su asquerosa mirada de Amélie.

Después de que saliera me acerqué a Amélie que todavía seguía durmiendo. Mi teléfono vibró en aquella mesita que estaba al lado de la cama. Me senté y empecé a revisar de quien procedía el mensaje.

«Hola hijo, hace mucho que no hablamos. Quería contarte algunas cosas en persona, pero quería decirte que tienes una hermana, tiene 4 años, se llama Hope. Le hemos hablado de ti y quiere conocerte. ¿Crees que podrías venir hoy hijo?»

Meredith Williams, mi madre.
Hacia años que no hablaba con ella, y ahora me acabo de enterar que tengo una hermana. Y si quería conocerme claro que iría, pero no sabia cómo iba a ser el reencuentro con mi madre y su marido, por el cual nos dejo a mi padre y a mi.

Amélie [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora