▪︎Capítulo 3▪︎

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Aiden

Estábamos los chicos y yo en un bar, pasábamos el rato charlando y haciendo nuestras tonterías como siempre.

—Aiden, ¿te pido otra cerveza?-—me preguntó Marcos, entre nosotros cinco creo que él es el más simpático de nuestro grupo, siempre lo molestamos con que es un romanticon y un sensible pero la verdad es que se lo decimos de broma ya que nuestro grupo es muy unido y si alguien está mal, le levantamos el ánimo de la manera que sea.

—No, no te preocupes, ya voy yo a la barra, hay una camarera que está muy bien— he notado como la camarera me ha estado mirando desde que entramos, debo admitir que está muy bien, y su pelo rojizo la hace resaltar.

—Está bien pero escúchame Aiden— eso si Marcos era el sensible todo lo que tu quieras pero imponía, así que no se que quería— Más te vale tratarla bien y no como una mierda como siempre lo haces con todas, ¿te queda claro?—ahí estaba el Marcos que no quería que dañase a ninguna mujer, y físicamente juro que no lo hago pero emocionalmente no estaba seguro, ya que no confiaba en ninguna mujer, puesto que el único ejemplo que tenía se marchó con otro hombre cuando tenía 13 años dejando a mi padre destrozado, y no iba a permitir el lujo de que hicieran lo mismo conmigo.

— No prometo nada Marcos, por cierto sabes con quien está hablando Blake tanto por llamada— Lo habían llamado hace unos 5 minutos o así y se le había transformado la cara así que debía de ser una chica y por su cambio diría que muy importante también. Eso me extrañó bastante ya que él era parecido a mí. No tanto como yo pero en algo nos parecíamos.

—Pues no tengo ni idea, pero por su cara y la sonrisa que tiene en ella supongo que será una chica— asentí y me dirigí hacia la barra.

Fije mi vista en la chica pelirroja, estaba atendiendo a unos que les habían pedido alguna bebida o no se que mierdas.

—Hola, ¿te pongo algo?—se sonrojó, vaya con que la pelirroja con cara de hacer mil cosas era tímida. Interesante

—Dame una cerveza— le guiñé un ojo y el color de sus mejillas aumentó.

Era guapa pero no me gustaban tan inocentes, seré un hijo de puta pero no quería ilusionar a chicas así, una vez se me fue de las manos con una y resultó ser una acosadora de primera clase, así que no quiero más problemas

— Toma tu cerveza— me la dio con una sonrisa y le devolví el gesto, le pagué y me fui directo a la mesa.

Pues hoy no haría nada

Al volver a la mesa vi a Blake sentado con las manos en su cabeza no entendía que le pasaba, cuando vio que me acercaba la levantó y noté en su mirada preocupación, no entendía nada, ¿estaba así por la llamada? Joder si le había afectado sea lo que sea que le dijesen.

—Blake, ¿qué sucede?— decidí preguntarle, era como mi hermano y si estaba mal necesitaba saberlo.

—Necesito ir a mi casa ya.— no entendía nada—También necesito que me acompañes, Aiden he venido en tu moto y no puedo irme caminando, por favor, esto es importante— asentí con la cabeza porque nunca lo había visto así en el tiempo que somos amigos.

Blake y yo nos conocimos hace un año y algunos meses creo, estábamos en clase de literatura y nos tocaba hacer un trabajo juntos, no habíamos hablado nunca, y forjamos un vínculo muy especial él estaba mal, nunca me dijo porque siempre me decía que no podía decirlo, no él, porque no era su derecho que la gente lo supiera, no lo entendía a que se refería pero intenté ayudarle, al mismo tiempo que él me ayudaba a mi ya que recibí una noticia de mi madre, de que se iba a casar con el hombre por el que nos abandonó, estaba furioso, decepcionado, pero ahí estuvo Blake. Y desde ese momento somos mejores amigos, nos entendemos a la perfección.

Amélie [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora