Amélie [✔]

▪︎Capítulo 32▪︎

Aiden

Al llegar al hospital Blake buscó rápidamente a alguien quien pudiera decirle en que estado estaba Amélie.

Encontró a alguien y estuvo hablando un buen rato con la enfermera, yo me senté en las sillas, esperando.
De repente dos oficiales se presentaron en la sala, interrumpieron a Blake y empezaron a hablar con aquella enfermera.

Blake fue acercándose a donde estaba sentado, se veía tan devastado.

—Amélie no está bien...—pude ver como unas lágrimas decoraban su rostro hasta que las apartó — La han tenido que inducir a un coma.

—Pero, ¿por qué la han tenido que inducir a un coma? Amélie... ella...— mi voz parecía que no quería salir.

—El conductor del coche del cuál ella se tiró no se sabe nada. Amélie al saltar sufrió varias lesiones, le ha dejado bastante mal, sufrió una herida en la pierna derecha en la que le han tenido que poner 10 puntos — tomó una bocanada de aire y siguió explicándome lo que la enfermera le comunicó — El rostro de Amélie también está algo mal, tiene varios raspones y en parte de su brazo también.—suspiró y esperaba que eso fuera todo, pero no.

»— También el golpe de la caída le ha causado una conmoción cerebral. A parte de que dicen que casi sufre una sobredosis, aunque no lo entiendo. Y por todo eso han decidido enducirla a un coma, para ver si  hay más daños y tratar de que esté bien.

—Pero es riesgoso, ¿no?— sentía las lágrimas caer por mis mejillas — Ella es fuerte, ella tiene que...

—Es lo mejor para ella, Aiden, está en una habitación, cualquier cosa me avisas, yo ahora llamaré a mis padres. Espero que por lo menos se dignen a venir a ver a Amélie.

—Vale, yo me quedaré aquí por si algún doctor sale.

—Está bien, ahora nos vemos— me dijo y se fue.

Me volví a sentar, mi vista estaba nublada, me sentía fatal.
Ella va a estar bien, repetía una y otra vez. Es fuerte, siempre lo es.
A pesar de haberlo fastidiado con ella, necesito hablar con mi rubia, pedirle perdón, decirle todo, que soy un idiota, que ella me insulte o lo que sea, solo quiero escuchar su preciosa voz y ver esos ojos que se han convertido en mi propio cielo.
Necesito sentir su calor, y que me transmita esa tranquilidad que solo ella me brinda.

Y encontrar a ese maldito conductor.

Pasaban las horas y ningún doctor nos decía como seguía Amélie.

Se escuchó un sonido, como si se tratase de una alarma.

—¡La paciente de la habitación 304 ha entrado en paro cardíaco!— gritó una enfermera llevando algunas máquinas.

—¿Por qué gritan tanto?— preguntó un Blake soñoliento.

—Han gritado que la paciente de la 304 ha entrado en paro cardíaco— pareció que a Blake le había caído un cubo de agua fría, se levantó y su cara se había tornado más pálida de lo normal —¿Qué pasa?¿Estás bien?

—¡Mierda, en esa habitación está Amélie, Aiden! Mi hermana está ahí...

Ambos nos dirigimos hasta la habitación en la cual estaba Amélie.
Amélie... su habitación estaba repleta de enfermeros.
Nos quedamos en la ventana en la cuál podíamos ver la habitación.

—¡El desfibrilador, rápido!— gritó una chica.

Se lo colocaron y descargaron haciendo que se levantara un poco el pecho de Amélie.

—¡Otra vez!—volvimos a escuchar.

Blake estaba pálido y yo no podía procesar todo esto ella...
Amélie está al borde de la muerte.
No puedo perderla, todavía tenemos muchas cosas que pasar juntos, no podemos acabar así, ella no puede acabar así.