▪︎Capítulo 19▪︎

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Amélie

Seria la primera vez que enseñaría mis cicatrices a alguien que no fuera mi familia, Aiden sería la primera persona en verlas. Estaba nerviosa y a le vez un miedo se apoderaba de mi junto a miles de preguntas.

¿Me seguiría viendo igual?¿Pensaría igual que las personas de mi pasado? Y lo más importante ¿se alejaría de mí? No quería eso, Aiden se había convertido en una persona importante para mi aunque me cueste admitirlo, nunca nadie me había echo sentir tan bien, tan completa como lo hace él.

Me levanté del suelo y me dirigí hacia mi tocador, busqué el desmaquillante y empecé a limpiar el maquillaje que cubría mis cicatrices. Esto me estaba costando demasiado, quería que el supiera mi pasado, pero ver mis marcas y recordar el porqué de ellas me dolía.

Sé fuerte Amélie

Una vez que terminé, me acerqué a él.
Se había levantado y ahora estaba enfrente mía. Extendí mis brazos, él me miraba confundido pero en ese instante dirigí mi mirada hasta mis brazos, él la siguió y se quedó mirando. Pasaron varios segundos, se había formado un silencio en la habitación, con su mano empezó a tocar mi brazo, rozando delicadamente con mis cicatrices.

—¿Qué son estas marcas Amélie?—su voz se estaba elevando ligeramente pero después se dio cuenta y volvió a su tono normal, más tranquilo — ¿Por qué tienes esas marcas en la muñecas y parte de tu antebrazo? Y ¿por qué no me lo habías dicho hasta ahora?—me estaba sintiendo como en el momento que mi hermano me vio tirada en el baño al borde de la muerte, no quería que más nadie se preocupara por mí.

—Y que quieres que te diga, que hubo un momento que no quise saber nada más, no podía seguir con mi vida recordando cada día lo que aquel hombre me hizo, me detestaba, odiaba cada parte de mi y quise terminar con todo— no aguantaba más, cada vez que hablaba del tema no podía evitar que las lágrimas salieran.—¡Mirame! soy defectuosa, estoy marcada,rota por dentro, y ¿sabes qué? Después de que mi hermano me encontrara volví a intentarlo en el hospital, no soportaba todo eso, y volví a intentarlo en París cuando me dijeron que todo fue culpa mía, me hicieron creer que fue mi culpa por estar regresando a mi casa tarde y con un vestido. Me echaron toda la culpa a mí y me hicieron sentir como una mierda.

Se quedó en silencio mirando mis marcas, y después volvió a centra su mirada en mis ojos.

—¿Que te pasó? ¿Quién fue el causante de todo tu dolor?

Tomé una gran bocanada de aire porque lo necesitaba y después lo solté, tenía que ser fuerte no iba a derrumbarme, quería que Aiden conociera mi pasado, que conociera todo de mí no solo la cara que mostraba a todos, con él quería ser honesta.

—Cuando tenía 15 años un día fui a la casa de una amiga...— empecé a contarle mi historia, lo que había sucedido. A veces mi voz se rompía y no podía seguir pero rápidamente Aiden se daba cuenta y entrelazaba su mano con la mía haciendo leves caricias para darme fuerzas y la verdad es que lo conseguía.— Todos me dijeron que fue mi culpa, por ir sola a esas horas y con ese vestido. Pero yo no tenía la culpa, tenía pesadillas y tuve problemas con la comida y muchos otros más.

Terminé de contarle todo y suspiré bajando la mirada. No quería ver la expresión que tenía su cara.

—Amélie, mírame— puso su mano en mi mentón y lo elevó haciendo que lo mirase— Tú en ningún momento tuvistes la culpa. No por llevar cierta ropa estas incitando a que te hagan algo. Lo importante es que ese hombre ahora está en la cárcel y no podrá dañar a más gente. Y ¿te puedo hacer una pregunta?

—Sí

—¿Por qué te cortabas?

—Esa no fue mi primera opción para evadir mis pensamientos, la primera opción fue el alcohol, no funcionó, la segunda fueron las drogas, funcionaron un tiempo pero después no resultó como esperaba, y por último fue cortarme, me centraba más en el dolor que me causaban estas y no en el dolor que sentía por dentro. Era como una anestesia para mí. Me hacía olvidarme por momentos de todo lo que pensaba, de todo lo que me hacía sentir aquello.

Amélie [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora