▪︎Capitulo 6▪︎

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Amélie

Estaba en la misma posición, tenía amarradas mis manos, y con un pañuelo en la boca para no poder gritar, escuchaba pasos y sabía lo que me esperaba

No otra vez por favor

Me repetía una y otra vez, estaba cansada,hambrienta, adolorida y con ganas de morir.

La puerta se abrió de golpe y pude ver a aquel hombre.

-Veo que ya estas despierta niña.

Se fue acercando poco a poco haciendo más larga la tortura, hasta llegar a la cama en la que me encontraba y subiéndose encima.

Tenía miedo, no sabía cuántas veces me había utilizado ya.
Me repetía una y otra vez que era fuerte, que solamente era un mal momento que estaba teniendo una pesadilla que no era real, nada era real.

Pero ahí un golpe de la realidad cuando ese hombre empezó a tocarme, quitó el pañuelo de la boca para depositar besos.

-¡No por favor, basta!- intenté con todas mis fuerzas gritar, para intentar que alguien me escuchara.- No más, por favor- dije entre sollozos.

-¡Pararé cuando a mi me dé la gana!

No, no esto no estaba pasando, no es real.

Sentía que me faltaba el aire, no podía respirar

Escuché unas voces llamándome por nombre, pero no sabía de dónde salían

¿Será este mi fin?

Observé como aquel hombre se introducía en mi interior

Noo! ¡Paraa! No me hagas más daño.- intentaba moverme para impedir que me tocase más pero era imposible.

Y lo único que obtenía era más daño, más tocamientos, eso nunca pararía.

-¡Amélie!, ¡Rubia despierta!

No podía respirar estaba llegando al borde

De repente unas manos hicieron que mis hombros se movieran, estaba teniendo la misma pesadilla que llevaba atormentadone desde hace dos años.

Logré despertar pero aquel recuerdo me dejó con la respiración acelerada casi sin poder respirar bien, y esto si era real, sentía que me estaba ahogando, mis manos picaban, no las sentía, y mi respiración ya era un completo caos

La ansiedad se apoderaba de mi y estaba teniendo un ataque por culpa de esa maldita pesadilla, odiaba el momento en el que decidí salir aquel día.

-Amélie, respira conmigo, por favor.

Era Aiden, él estaba ahí conmigo, me estaba intentando ayudar.

Empezó a respirar conmigo haciendo que mi acelerada respiración disminuyera poco a poco.

-Muy bien rubia, lo estás haciendo genial, pero un poco más ¿vale?- pidió, la única persona que permitía que me viese de este modo y que conseguía que me calmara era mi hermano

Los ataques no era algo que controlase, pero si tenía uno y estaba acompañada de alguien que no fuera Blake, le pedía que se marchase ya que no sabían cómo actuar y me ponían más nerviosa, pero Aiden no, él me estaba ayudando, sabía cómo calmarme.

Amélie [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora