Amélie [✔]

▪︎Capítulo 11▪︎

Blake

Lo que pasó ayer con Amélie me dejó pensando, ella todavía tenía que sanar y parecía que lo había logrado pero la vuelta a casa trajo consecuencias haciéndola recordar y volver a sufrir pesadillas, y aunque por fuera se mostraba fuerte, decidida, sin sentimientos, por dentro sufría.

Me dolía ver a mi hermana en ese estado, y me hizo recordar a ese momento hace unos años atrás cuando tan solo era una niña, tenía quince años para tener tanto dolor dentro.

Flashback

" La llamaba y llamaba pero ella no me contestaba, tenía que bajar a cenar sino se enfriaría la comida.

—¡Amélie! ¡Amélie!— estuve llamándola durante unos minutos pero nada, ella seguía sin contestar.

Últimamente comía más, tenía más apetito y respetaba sus horarios de comida así que no logré entender que era lo que la retenía.

—¡Amélie baja a cenar que se va a enfriar!— de nuevo no conseguí ninguna respuesta por su parte.

Me empecé a preocupar y subí las escaleras de dos en dos para llegar lo más rápido posible.

Pero mi hermana no se encontraba en la habitación, de repente vi la puerta cerrada de su baño y me extrañó porque no solía cerrarla, ella decía que sino no le entraría el aire, algo raro y sin sentido pero quien era yo para contradecirla.

Intenté abrirla pero no hubo manera, estaba cerrada, con pestillo.

—¡Abre la puerta Amélie! ¡¿Qué estás haciendo?!

De vuelta, sin respuesta alguna.

Empecé a empujar la puerta, golpeé mi hombro contra la puerta una y otra vez, me daba igual que me estuviera doliendo, necesitaba abrir la maldita puerta.

Por fin esta se abrió pero lo que encontré  me dejó mudo.

Mi hermana se había intentado suicidar.

Había cortes por su muñeca y antebrazo pero también había un bote de pastillas en el suelo.

Rápidamente me acerqué hasta ella, la sujeté cuidadosamente entre mis brazo pero se desangraba, agarré mi teléfono y llamé inmediatamente a la ambulancia.

—¿Si que necesita, cuál es el problema?

—¡Mi hermana, por favor una ambulancia, se ha intentado suicidar por favor vengan rápido!

Me estuvieron preguntando si tenía signos vitales y no sabía cómo averiguar eso, me entró pánico y pareció que lograron entender la gravedad y rápidamente me pidieron la dirección de la casa, tras dársela terminé con la llamada y me centré en mi pequeña hermana.

—Hermanita por favor, no te vayas te necesito, te necesito aquí conmigo— unas lágrimas empezaron a caer— No puedo estar en un mundo que no estés,  no me dejes.

—No me dejes solo, todavía nos queda una larga vida juntos, tenemos que llegar a ancianos juntos, lo recuerdas— acaricié su mejilla, pero no reaccionaba