Amélie [✔]

▪︎Capítulo 27▪︎

Amélie

Después de la fiesta de ayer y de que Aiden se fuera, saqué a pasear al pequeño Zeus, bueno ahora ya no tan pequeño ya que en poco tiempo había crecido notablemente.

Los rayos de sol me cegaban, me moví hacia otro lado chocando con alguien al que no pude ver la cara.

—Perdón.

Y sin mirarme si quiera se fue.

Le resté importancia y seguí caminado un buen rato con Zeusito. Fuimos hasta un descampado, y solté su correa, como traje conmigo su pelota empecé a jugar con él.

Así estuvimos un buen rato hasta que se tumbó en el suelo y era yo quien tenia que ir a buscar la pelota. Así que ya regresabamos a casa.

Se notaba que mi pequeño estaba cansado ya que ni tiraba de la correa e iba más lento. Tardamos algo más de la cuenta en llegar a casa.
Una vez dentro le quité su correa y fue rápidamente a beber agua, por mí parte también fui a beber agua y a buscar algo de comer. Blake no estaba en casa, y no vendría hasta la más tarde porque según él me dijo iba a tener un día de spa con Mack.
Como estaba sola en casa y no tenía nada que hacer me dispuse a ver las series que tenía pendientes.

Tomé algunas cosas para comer y me acosté de lado en el sofá mientras Zeus apoyaba su cabeza en mis piernas.

20 minutos duró la calma, porque alguien había tocado el timbre. Como es costumbre Zeus se puso delante de la puerta y su carácter protector salió.
Abrí y juro que esa era a la última persona que esperaría ver, por lo menos hoy.

Con su pelo negro azabache, esos ojos verdosos que una vez tanto me gustaron, ese piercing a un lado de su nariz, sus labios rosados junto a su perfecta y definida mandíbula no me cegarian esta vez.

Logan, era la última persona que esperaba ver.

Pero ahí estaba él con un ramo de rosas como los que solía darme cada vez que me maltrataba o hacia algo malo.

—Pero bueno Amélie, he tenido que enterarme por otra personas que celebrarías tu cumpleaños, sino tenlo por seguro que hubiera venido.

Levantó su mano hasta qjerer llegar a mi mejilla y como acto de auto reflejo se la aparté en un segundo.

—¿Pero que pasar, querida? ¿Ya no me amas?

Quiso acercarse más a mi pero empujé su pecho haciendo que Zeus se alterara y empezara a ladrarle.

—¡Calla a ese saco de pulgas!

Mantuve la calma y me concentré para no gritarle mil cosas.

—Primero, Logan, si vienes a mi casa a darme un estúpido ramo te pido que no insultes a mi perro y segundo, tú no me levantas la voz.

Quiso darme el ramo de rosas lo tomé pero lo tiré al suelo, no quería tener nada de este idiota.

—Vuelve conmigo Amélie, sé que me has estado esperando y también sé lo mucho que lo deseas.

—¿Qué lo deseo? Por favor, Logan, di cosas más coherentes, no volvería contigo jamás.

—Nunca digas nunca.

—Oh créeme, que esta vez si es nunca. No volvería a estar con alguien como tú en mi vida.

—No digas eso, luego puedes arrepentirte, me amas y me amarás por siempre.

—¡Por dios— dije ya cansada— Déjame en paz Logan, haz tu vida, me da igual lo que quieras hacer con ella como si quieres tirarte de paracaídas.