AmélieHabían pasado ya dos semanas desde que Aiden me preparó esa preciosa cita en la cual también me dió el dije que ahora ya llevo siempre. Nos habíamos visto algunas veces ya que él estaba ocupado con algunos asuntos con su padre y también llendo a visitar a Hope. Lo acompañé una vez de las tantas que fue pero la despedida siempre me ponía triste, Hope es una niña muy cariñosa y siempre quería que nos quedáramos más tiempo con ella.
Iba a levantarme de la cama a cerrar la ventana ya que ya se notaba cierto frío.
El verano se me estaba pasando demasiado rápido, ya estábamos en agosto y pronto tendría que volver otra vez a las clases. Pero lo que no les dije a nadie, ni siquiera a Blake, era que tendría que decidir en quedarme o volver a Francia. Los abuelos me dijeron que si me sentía bien y estaba cómoda aquí, me quedara, pero si no estaba a gusto podía volver con ellos y seguir el curso allí. No estaba segura de que hacer. Aquí estaba con mi hermano, con Aiden, con Mack, James... Allí tenía a los abuelos, Camille, Ethan, Jules, ellos eran mi pequeño grupo. Llegué siendo una desconocida y desconfiada pero ellos rápidamente me integraron y me aconsejaban. Soportaban mis cambios de humor o si por una semana no les hablaba, a ellos también los echaba de menos.Un toque a mi puerta hizo que mis pensamientos se desvanecerse. Estaban abriendo despacio la puerta para luego abrirla de golpe y ver a Blake y Mack con un pastel y encima unas velas con el número 18.
—¡Cumpleaños feliiiz, te deseo a tiii, porque eres la mejor!— canturreaba Blake.
—A si no es el "cumpleaños feliz" — le reprochó Mack.
—Shhh, da igual. Lo que cuenta es la intención. Felicidades hermanita.— dejó el pastel en una mesita que tenía al lado de mi cama y me abrazó.
—Quita Blake, yo también quiero abrazarla.— dijo Mack, haciendo que mi hermano se apartara.
—¡Felicidades, Amélie!— me felicitó mientras me abrazaba tan fuertemente que sentía que me quedaba sin aire. —Venga, sopla la vela y pide un deseo.
—Una vez leí que esto—dije señalando el pastel con las velas— Es una forma de hacer un ritual o una espe—Mack movió sus manos históricamente.
¿Y ahora qué le pasa?
—Solo sopla las velas y pide un deseo. No digas esas cosas porque luego tengo pesadillas.
—¿Enserio Mack?— le cuestionó mi hermano mientras se aguantaba la risa.
Mack le fulminó con la mirada mientras que yo solo soplaba las velas, ya que lo de pedir deseos me parecía una tontería, si algo tiene que pasar, pasará y sino no, simple.
—Por cierto Chloé te ha enviado un regalo.
—No lo quiero— le contesté.
—Pero ni siquiera lo has visto.
—¿Adivino? Será algún estúpido viaje a no sé dónde. O espera, a lo mejor ¿otro coche? ¿Un viaje a Marte?
—Vale, me queda claro que no lo quieres ver.
—Lo veré para ver si puedo venderlo para alguna fundación o donarlo, pero no me lo voy a quedar.
—Bueno ahora nuestros regalos.—me dijo Mack alegremente.
Mack fue la primera en dármelo, era una bolsa bastante bonita pero a la vez sencilla. La abrí y encontré dos vinilos junto a una carta de felicitación con una foto que nos tomamos el día que fuimos juntas a comprar los vestidos. Después mi hermano me entregó el suyo, una pequeña caja cuadrada, de ella saqué una camiseta que solía usar en Francia con dedicatorias de mis amigos, una foto de nosotros de pequeños y un pequeño peluche de un ciervo.
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Amélie [✔]
Teen FictionAmélie sufrió en el pasado, ya no es la misma chica que solía ser. Tiene secretos, dolor y muchos sentimientos reprimidos. Después de lo sucedido viajó a su país natal, Francia, para poder aislarse y olvidarse de lo sucedido. Vuelve a su pueblo con...