Harry apretó los brazos alrededor de Regulus, quien se encontraba durmiendo en posición de cucharita con él (El Black siendo la cuchara pequeña)
Era miércoles, lo que significaba que tenían clases y debían ir al gran comedor en poco tiempo, aunque eso tampoco impedía que Harry se acurrucara aún más contra la espalda del chico, disfrutando el cálido contacto de sus cuerpos juntos.
Pasaron por lo menos 10 minutos antes de que el Potter decidiera que era momento de despertar, por lo que se separó del cuerpo de Regulus y se colocó sobre este para comenzar a despertarlo, sentándose cómodamente sobre su estómago.
— Hey, ¡Reggie! — Harry acarició su rostro con cariño, apreciando cómo con el paso de los segundos sus ojos se abrían, parpadeando desorientado por unos momentos antes de enfocarlos en él.
El ojiverde sonrió cálidamente hacia el chico, quien cuidadosamente colocó sus manos sobre su cadera, un toque cálido que hizo que su corazón latiera con fuerza.
— Hora de levantarse — Mencionó intentando incorporarse, riendo suavemente cuando Regulus no lo dejó ir — Vamos, recuerda que pronto saldremos de vacaciones de invierno, más descanso y relajación — Harry se dejó caer sobre el pecho de su amigo, besando su mejilla una vez la tuvo a su alcance y permaneciendo unos momentos así antes de decidir qué era momento de alejarse, a pesar del puchero en los labios del pelinegro.
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El jueves por la tarde tenían entrenamiento, su siguiente juego era contra Gryffindor y el haber ganado el juego pasado (En el cuál Regulus salió lesionado) les dio ventaja sobre el resto, la cual pensaban aprovechar al máximo.
Harry junto al resto del equipo calentaba antes de iniciar, todos en diferentes zonas para mayor seguridad, y fue entonces que una voz atrajo la atención de dos serpientes en particular.
— Hola Harry — El chico dio media vuelta con cuidado, sonriendo contento hacia el dueño de la voz.
— Hola Cedric — El ojiverde siguió dando pequeños saltos en su lugar, mirando al mayor con algo de duda.
Su amistad con el lindo tejón había comenzado en segundo año, luego de que el mayor le ayudara a alcanzar un libro alto en la biblioteca.
— ¿Sabes Harry? Hace tiempo no salimos juntos y tengo demasiadas cosas que contarle a mi serpiente favorita — Mencionó en un tono sugerente haciendo que el mencionado detenga su entrenamiento y avance un paso hacia él — ¿Te parece si salimos el sábado a Hogsmeade? — Cuestionó despeinando el cabello del menor.
El menor meditó levemente la situación antes de recordar que sus amigos no tenían planeado nada en concreto, por lo que no les molestaría que saliera con Cedric.
— ¡Claro! — Harry salto en su lugar contento, ansiando saber de lo que tanto hablaba Cedric — ¿Nos vemos el sábado antes de que los carruajes salgan? — Sugirió rápidamente.
— Suena perfecto — Cedric asintió, volviendo a despeinar su ya bastante rebelde cabello.
— ¡Potter! — El capitán gritó, ocasionando que Harry y Cedric den un salto por la inesperada interrupción, ambos girando hacia el chico — ¡Deje de coquetear y venga a jugar! — El de Slytherin pudo sentir el calor subir por su rostro, adornando sus mejillas de un tono rosa, y el Hufflepuff no se encontraba mejor.