— ¡Es injusto! — Se quejó nuevamente el pequeño Harry de 8 años, un puchero marcado en sus labios y sus brazos cruzados sobre su pecho.
— No, no es injusto — Fleamont se puso a su lado, colocando una de sus manos sobre su hombro — Es ridiculo.
— ¡Fleamont! — Euphemia niega al ver que sólo apoya a su hijo en lugar de consolarlo — Sabes como es esto Harry — Intento razonar con su hijo menor, habían tenido esa conversación más veces de la que le gustaría.
No era algo que no hubiera esperado, comprendía lo tonto que era aquel argumento y cuán molesto podía ser.
— Pero no lo entiendo, así nunca sabré quien es — Hizo un nuevo puchero mientras observa a sus padres, ¿Realmente las cosas tenían que ser así? Ojalá existiera una manera de burlar las reglas.
— Nosotros tampoco lo entendemos, pero sabes que no hay manera de cambiarlo — Fleamont revolvió su cabello con desgane.
El asunto de las almas gemelas era algo complicado, ningún dato personal que escribieras aparecería sobre el brazo del otro, lo cual dificultaba un poco el asunto de descubrirlo.
Pero una vez que lo encontrarás todo era mejor, porque entonces te dabas cuenta de que había valido la pena la espera.
Claro, había personas que no se daban cuenta fácilmente, pero tan solo debías poner atención a las señales que están ahí. Como los sentimientos, hay algo que te jala hacia esa persona, los celos, suele haber un poco de posesividad.
Y cuando finalmente lo consuman todo suele ser más brillante.— Una vez que la conozcas sabrás que es ella, o él en dado caso. Lo sabrás porque eso será más fuerte que tú — La mujer asegura, observando felizmente como eso animaba más a su hijo — Tú padre y yo lo supimos desde el primer momento, no podíamos estar mucho tiempo separados, y los celos ocasionales estaban allí, eventualmente nos dimos cuenta e iniciamos una relación — Relato brevemente con una sonrisa, sabiendo que incluso si no había sido realmente sencillo, todo había valido la pena.
— Pero entonces- — No pudo seguir hablando cuando James escupió el jugo que estaba bebiendo sobre la mesa frente a él, ahogándose en el proceso y sobresaltando a cada uno de los presentes.
Harry se levantó rápidamente de su lugar para ayudar a su hermano, el cual tosía fuertemente intentando recuperar aire en el proceso.
— ¡Oh por Merlin! — Grito una vez se recompuso, sus ojos abiertos en señal de sorpresa en dirección a su brazo.
— ¡Tú alma gemela! — La emoción de Harry se manifestó en pequeños saltos dados en su lugar. Dándoles la noticia a sus padres que esperaban pacientes una respuesta sobre lo que había sucedido.
James había estado preocupado por no tener alma gemela desde que la de Harry dio muestras de vida, y de eso ya habían pasado dos años, dos largos años de incertidumbre para su hermano mayor. Por lo que esas palabras escritas con fina letra sobre su brazo eran una noticia increíble. Eran una promesa, y para James no había nada más importante que estas.
Harry leyó con atención las palabras para luego fruncir el ceño, confundido.
"A Petunia no le gusta nuestra amistad, pero él me entiende, es como yo"
— ¿Hay alguna Petunia conocida? — Pregunto James con ojos esperanzados, mirando de sus padres y hermano a su brazo ocasionalmente.
¿Eso no era un dato importante? Tal vez si buscaba personas con ese nombre y..
— No lo creo, por lo menos no en las familias sangre pura — Respondió Fleamont unos segundos después.
— Tal vez sea mestiza o hija de muggles — Euphemia medito la posibilidad, era lo que más sentido tenía hasta ahora.
— Hay algo que no entiendo, ¿por qué hasta ahora?— James miró a sus padres con duda, ya que la de Harry se manifestó prácticamente desde que aprendió a escribir.
¿Por qué la suya había tardado más?
— Puede haber varios motivos, que sea menor que tú, cuando tuvo su primer magia accidental, cuando descubrió que es una bruja, y esto puede variar bastante — Respondió su madre con una sonrisa, entendiendo las dudas de su hijo.
Las almas gemelas eran simples y complicadas dependiendo el punto que quieras explicar.
— Pero existe — Harry concluyó torpemente mientras se abalanzaba sobre él para abrazarlo, siendo rápidamente aceptado por el mayor de los dos.
— Bueno, al parecer ambos tendrán trabajo que hacer en busca de sus almas gemelas — Fleamont los miró con una sonrisa antes de mirar hacia Euphemia — Apuesto a que Harry la encuentra primero — Murmuró por lo bajo cuidando que sus hijos no los escuchen.
— ¡Fleamont! — Euphemia negó — Apuesto a que será James — Contrarrestó segundos después.
Mientras tanto los pequeños charlaban sobre como creían que serían sus almas gemelas de forma emocionada.