Regulus suspiro con tranquilidad, su cabeza se encontraba sobre el regazo de Harry, quien acariciaba su cabello distraídamente.
Ambos se encontraban en la cama del Black, la cena había terminado una hora atrás, por lo que se encontraban platicando un poco antes de dormir.
— No lo entiendo — Musito el ojiverde deteniendo sus movimientos, Regulus evitó fruncir el ceño ante la falta de contacto.
— ¿Qué es lo que no entiendes? — Preguntó confundido, abriendo lentamente los ojos para encontrarse con la mirada de su amigo puesta en él.
— ¿Por que los datos importantes no aparecen en nuestro brazo? ¿Quien invento esa estupidez? — Se quejó acariciando distraídamente sus mejillas esta vez, delineando suavemente su rostro con las yemas de sus dedos.
— Umm — Harry nunca había tocado el tema de las almas gemelas con él antes, y realmente no sabía que decir, demasiado enfocado en el tacto de las manos de este contra su rostro como para poder responder algo coherente — ¿Por qué importa tanto? — Terminó diciendo en un pequeño balbuceo.
— ¡Porque quiero encontrarla! O encontrarlo, no lo sé — Se encogió de hombros sin dejar de acariciarlo, su tacto suave contrarrestando la dureza de sus palabras — Solo, ¿qué tal si no lo sé, es Draco... Por ejemplo. Y todo el tiempo ha sido él y yo no tengo ni la menor idea? Podría sucederme algo así — Cuestionó con las mejillas rojas.
Regulus entonces si frunció el ceño, ¿por qué de todos los chicos, Draco?
¡Había chicos mucho más lindos!
Como... ¡Harry! Bueno, no es que pudiera salir consigo mismo, pero... ustedes entienden, ¿por qué siempre era el mini Malfoy?Una molestia comenzó a crecer en su estómago siendo casi imposible de digerir.
— No lo se, ¿que problema hay con aquello? Lo más probable es que ni siquiera lo conozcas nunca, de igual manera — Contesto luego de unos segundos, su voz sonando demasiado ruda incluso para él mismo, por lo que cerró los ojos con fuerza, ¿cuál era su maldito problema?
— ¿Es-Estás bien? — Preguntó Harry en un pequeño balbuceo, sus manos dejándose de mover sobre su rostro y sus ojos llenándose de una preocupación que le apretó el corazón.
— Lo siento.. sabes que no me gusta tocar mucho este tema — Intento remediar, pero el ceño fruncido del ojiverde no desapareció, en cambio pareció profundizarse más — No quise hablarte de esa manera — Lo miró preocupado, no le gustaba que Harry se molestara con él.
— Está bien, no te preocupes, lo entiendo — Se encogió de hombros con una pequeña sonrisa, aunque parecía más una mueca — Igual es tarde, tal vez deberíamos dormir ya — Se intento levantar, pero Regulus lo tomó de los brazos evitando que se alejara.
— ¿Duermes conmigo? — Cuestionó rápidamente, quería estar seguro de que las cosas estaban bien, que no se alejarían como lo habían hecho meses atrás por una estupidez.
¿Por qué siempre Draco protagonizaba sus pocas peleas?
— Claro — Se encogió de hombros, pero no sonrió, su rostro lucia hasta cierto punto vacío, cosa que no dejó que su preocupación disminuyera — Iré a cambiarme — Se libero de su agarre, tomando una pijama y encerrándose en el baño.
Genial, gracias Draco, en serio, gracias.
Para cuando Harry salió él mismo ya se había calmado en su totalidad, por lo que aprecio desde su cama con atención como este se acercó hacia él cautelosamente, parecía que realmente cuidaba sus pasos y aquello no podía hacerlo sentir peor.
En cuanto el chico estuvo a su lado abrió su brazos, esperando alguna reacción de su parte, o tal vez alguna confirmación de en qué punto se encontraban realmente.
— No estoy molesto contigo si es lo que piensas — Respondió Harry al notar el trasfondo de sus intenciones — Solo... siento qué hay cosas que no me dices y que de alguna manera entorpecen nuestra relación — Se dejo caer sobre su pecho, recostándose prácticamente sobre él — Y no me gusta, si hay algo que... te molesta de mi o no se, quiero que sepas que puedes decirme — Pidió abrazándolo con fuerza, como si temiera que desapareciera en cualquier instante.
Regulus suspiro pasando sus brazos por la espalda de Harry, rodeándolo de una forma segura y bastante familiar, entendía a que se refería este, el mismo pediría aquello de estar en su lugar.
Pero ¿como le explicaría algo que ni siquiera él mismo entendía? No podía solo decirle "Me molesta Draco" porque entonces estaría la pregunta de porque lo hacía, ¡y ni siquiera tenía alguna razón para aquello!
— Te quiero Harry — Murmuró con voz rota, era tan frustrante no entender ni siquiera sus propios sentimientos y aquello lo estaba sobrepasando.
— Regulus — El ojiverde miró hacia arriba, encontrándose con sus lágrimas deslizándose por su rostro — Lo siento — Se disculpo al notar a dónde había llegado su pequeña discusión, ¿aquello contaba como una discusión siquiera?
Para cuando Regulus se dio cuenta tenía a su amigo sentado sobre su abdomen, y sus manos moviéndose lentamente sobre sus mejillas en un intento por apartar todas las lágrimas que, milagrosamente habían dejado de caer al notar la situación en la que repentinamente se encontraban.
Realmente le gustaba la imagen de Harry sentado sobre él, y no sabía qué pensar al respecto.
— No me gusta verte llorar — El ojiverde se apartó recostándose a su lado, colocando ambas manos en sus mejillas y acercando su rostro al suyo, depositando un suave y un poco largo beso contra su mejilla, dejándolo atontado y con diversas sensaciones apoderándose de él.
— Lo siento — Murmuró tontamente, no demasiado seguro de porque se disculpaba en realidad, pero sin poder decir algo mejor.
Pero Harry no respondió, en cambio siguió acariciando sus mejillas con suavidad, sin apartar la mirada de su rostro en ningún momento, viéndolo tan intensamente que fue realmente imposible no ponerse nervioso, el Potter nunca lo había mirado de esa manera, y le gustaba, le gustaba demasiado.
El chico se inclinó suavemente hasta presionar un nuevo beso contra su mejilla, manteniéndolo por tanto tiempo que incluso cuando se separó Regulus podía seguir sintiendo el tacto con la misma intensidad que al principio.No estaba seguro de que pasaba, no estaba seguro de que significaba aquel brillo en la mirada de su amigo, pero de lo que sí estaba seguro era que si discutir tontamente causaría aquella actitud, él estaba dispuesto a discutir diariamente a partir de ahora.
— Harry... — Susurro embelésalo, sin poder decir nada más, sin poder expresar todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
— Es tarde — Murmuro este apartándose tan solo un poco — Tal vez deberíamos dormir — Sugirió colocando la cabeza sobre su pecho.
Y Merlin, Regulus estaba totalmente seguro de que Harry podía sentir los latidos frenéticos de su corazón que no parecían tener la intención de regularse.
Rodeo con sus brazos la espalda de su compañero de habitación, correspondiendo el abrazo con el mismo cariño con el que era rodeado.
— Buenas noches Harry — Habló una vez recuperó totalmente su voz.
— Buenas noches Reggie — Murmuro frotando su mejilla contra su pecho, como un tierno gatito necesitado de mimos.
Regulus comenzó a mecerlo, aún lo suficientemente abrumado por la situación anterior como para poder decir algo más.