Un día se convirtió en una semana, una semana en un mes, y pronto se encontraban en vacaciones de verano, donde nuevamente los Black recibirían a los Potter en su hogar.
Regulus tomaba la mano de su novio mientras el tren seguía su curso, en el vagón junto a ellos se encontraba su hermano, su cuñado, su mejor amigo Theo, (a quien había comenzado a llamar de esa forma luego de darse cuenta del papel que tomó en su vida) y el pequeño Malfoy.
Peter nuevamente acompañaba a su novia en el vagón de al lado, donde estaban algunos tejones amigos de ella, entre ellos Cedric y su novia Astoria de Slytherin.
James por otro lado se encontraba en el vagón frente a ellos, junto a Lily, Severus, Bellatrix, Narcissa y Lucius.En su mano, la pulsera que James les había obsequiado (la de las emociones), brillaba de color celeste, demostrando la tranquilidad que sentía en ese momento.
— ¡No! — Harry gritó inesperadamente mientras saltaba sobre Draco de forma imprevista, sobresaltando a todos y haciendo que Sirius y Remus dejen de besarse.
Y tal vez hablo demasiado rápido sobre la tranquilidad del vagón.
— ¡Potter! — Draco intentó sacarse a Harry de encima, lo cual parecía ser bastante complicado, ya que este se sujetaba fuertemente de sus hombros como si su vida dependiera de aquello.
— ¡Malfoy! — Harry renegó intentando quitarle lo que sea que tenía detrás de él.
— ¡Regulus! ¡Calma a tu chico! — Pidió en un pequeño grito que hizo reír a Theo con fuerza, mientras ambos Black y Lupin seguían confundidos, sin embargo luego de unos segundos más de duda Regulus se acercó a su novio, y tomándolo de la cintura lo alejó del Malfoy menor.
— Recuerda Harry, Draco es amigo, no un trampolín — Recordó Regulus sentando al más pequeño en su regazo y sujetándolo fuertemente contra él, evitando así que este escapara.
Y fue así que viendo que el terreno estaba seguro, Draco saco un papel, el cual parecía ser por lo que discutían, sin embargo justo antes de que pudiera hacer algo con el este se incendió, evaporándose y dejando ileso al rubio en el proceso.
— ¡Harry! — Draco miró acusatoriamente a su mejor amigo, quien simplemente sonrió recargándose en el pecho de su novio y dejando que este bese su mejilla.
El ojiverde se había salido con la suya, y aquello no le gustaba al rubio, quien se cruzó de brazos y miró a Theo con un puchero, logrando que el pelinegro lo abrace contra su pecho en modo de consolación.
Ahora que sabía que ellos salían. Regulus podía admitir que eran muy obvios.
— Niños — La voz de Sirius hizo que todos lo miraran con una ceja alzada, incluyendo a su novio, quien tenía muchas cosas que objetar al respecto, y lo habría hecho de no ser porque sus labios fueron nuevamente atacados por el Black mayor.
¿Acaso Sirius y Remus no conocían una mejor forma de pasar los trayectos en el tren que estarse besando todo el tiempo?
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— Entonces... ¿dormirán juntos? — Fleamont alzó una ceja hacia los dos menores.
Habían llegado momentos atrás a casa, y contrario a otras ocasiones dónde lo primero que hacían era ir a la habitación, sus padres insistieron en pasar directamente al pequeño banquete de bienvenida.
Aquella pregunta parecía tener sentido, es decir, habían dormido juntos antes de ser pareja, y ahora, siendo pareja, lo seguían haciendo. Sin embargo al no haber pasado vacaciones de invierno juntos, sus padres no los habían podido interrogar al respecto. Por lo cual aquello podría ser una pregunta válida, aunque eso no impedía que fuera sumamente incómoda.