Regulus dio una vuelta sobre su cama por décima vez en los últimos 3 minutos, demasiado inquieto y vacío como para poder dormir de forma tranquila.
No había hablado con Harry en todo el día, y había, estúpidamente, excusado su actitud con que hacía tiempo que no salía con Barty, pero... ahora que la noche había caído y su amigo no aparecía se daba cuenta de que tal vez fue un poco excesivo.
Aún recuerda haberlo evitado al despertar, alegando estar apresurado y dejando al chico con los brazos abiertos.
Recuerda no prestarle atención en el desayuno.
Recuerda lo poco que le importo que este quisiera descansar luego de una semana pesada, siguiendo con sus gritos y risas hasta que el chico tuvo que poner hechizos para poder hacerlo.
Recuerda haberlo dejado solo en la habitación por horas, sin preocuparse por cómo se encontraba.
Recuerda haberse comportado como un idiota con su mejor amigo.
Y ahora que Harry no estaba allí, se arrepentía.
Sabía que, como era demasiado tarde para que Harry anduviera deambulando por los pasillos o en cualquier otro lugar debería estar en los dormitorios, probablemente descansando.
Los dormitorios de gryffindor estaban descartados, su hermano se lo habría comentado, y en hufflepuff y ravenclaw no tenía amigos tan cercanos como para quedarse a dormir con ellos, por lo que obviamente se encontraba en slytherin.
Extrañaba al chico, tener a Harry en sus brazos era la mejor poción para dormir que existía, la calma lo llenaba y su corazón parecía brincar de alegría, pero no tenerlo era un martirio que no quería seguir sufriendo, la desesperación de no tenerlo era, asfixiante, demasiado asfixiante.
Se levantó de un salto y se dirigió a la cama de Harry, ahora se sentía como un idiota, Harry nunca lo ignoraba de esa manera, se tratara de la persona que se tratara, y él simplemente lo había hecho, si se pusiera en su lugar se sentiría tan mal como se siente ahora.
Necesita a Harry en sus brazos para eliminar aquella sensación, pero, ¿Harry querría estar en sus brazos?
La sola idea de un Harry molesto con él, le asustaba más que nada en el mundo.
Finalmente tomó la almohada que Harry solía usar y la abrazó contra su pecho, no era lo mismo que tener al chico en sus brazos, pero al menos le ayudaría a dormir.
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Regulus despertó el domingo temprano por la mañana, aún tenía sueño, pero en el desayuno podría ver a Harry, y aquella era razón suficiente para salir de la cama.
Se arregló rápidamente, dándose apenas el tiempo suficiente para cada actividad, y una vez estuvo listo prácticamente corrió hacia el gran comedor, esperando encontrar al ojiverde ahí.
Apenas entro a este se dio cuenta que Harry no estaba, pero el chico solía llegar tarde, por lo que tomó asiento al lado de su prima y espero.
Narcissa a su lado lo miró con atención, parecía confundida al notar su actitud ansiosa.
— Regulus, ¿estas bien? — Pregunto suavemente luego de un par de minutos de silencio.
— ¿Has visto a Harry? — Soltó rápidamente sin importarle lo desesperado que sonaba.
— Eh, no desde ayer en el desayuno — Se encogió de hombros, genial, tenía incluso menos información que él y eso era decir mucho.
— Esta en mi habitación — Respondieron a su lado, la cabeza de Regulus giró tan rápido que incluso su cuello dolió.
— ¿En tu habitación? — Frunció el ceño, ¿que hacía en su habitación?
