— Harry — Llamó Regulus en un pequeño murmullo, mientras acariciaba con su mano el cabello del menor de los Potter con suavidad — Debemos ir a la selección — Le recordó.
Pero el mencionado no respondió, ni se levantó, en cambio se acurrucó aún más contra su pecho, rodeándolo fuertemente con sus brazos.
Regulus evitó rodar los ojos, la selección de quiddich comenzaba en una hora como máximo, y ambos querían estar en el equipo, Merlin, Harry había estado hablando de ello durante días enteros y ahora no se quería levantar, bastante irónico.
— Harry — Llamó de nuevo — Cuando volvamos podemos estar todo el tiempo que quieras en cama — Intento razonar, pero tampoco respondió.
El Black soltó un suspiro antes de comenzar a levantarse, llevándose consigo al ojiverde en el proceso y causando que este soltara diversos quejidos de inconformidad.
Con aquello Harry finalmente se adentró al baño a cambiarse, su ceño fruncido en una clara muestra de la molestia que sentía pero sin volver quejarse, pequeñas victorias.
Mientras tanto Regulus comenzó a cambiarse dentro de la habitación, sabía que su amigo demoraría algunos minutos y lo que menos quería era perder más tiempo.
— Sabes que te odio, ¿no? — El ojiverde cuestionó una vez salió del baño, ya listo con ropa deportiva y ligera que lo hacía ver demasiado lindo, aunque, ¿siquiera había algo con lo que Harry no se vea lindo?
— Me amas — Contradijo, inclinándose a depositar un suave beso contra la mejilla de su compañero de habitación, causando que su ceño fruncido desaparezca y recibiera a cambio una linda sonrisa.
— Si, como digas — Se encogió de hombros — Draco nos espera en la sala común, vamos — Señaló hacia la puerta, tomando su escoba y saliendo por esta segundos después.
Ahora fue turno de Regulus de fruncir el ceño, por alguna razón Draco no le terminaba de agradar por completo.
Siguió el camino que su amigo había marcado segundos atrás, encontrándose con una escena que le revolvió el estómago no de forma agradable.
Draco y Harry estaban abrazándose murmurando cosas que no alcanzó a escuchar, y no estaba seguro de siquiera querer hacerlo.— ¡Hola Regulus! — Saludo el Malfoy al notarlo junto a ellos, separándose del ojiverde segundos después.
— Hola Draco — Respondió el saludo de forma más simple y sin tanta sonrisa de por medio — Vamos, no queremos llegar tarde — Sugirió colocándose "casualmente" en medio de ambos, sirviendo como muro entre ambos chicos.
Caminaron por un par de minutos en completo silencio, hasta que un carraspeo llamó su atención.
— ¿Para qué posición planeas jugar? — Preguntó Malfoy de forma cautelosa, al parecer notando que había algo mal en su actitud.
— Bateador, como Sirius — Respondió con una pequeña sonrisa, no queriendo que su molestia salga a la luz en su totalidad — ¿Y tú? — Siguió, evitando sonar grosero.
— Cazador — Mencionó dando un pequeño salto en su lugar que casi hace que ruede los ojos, ¿cuantos años tiene? ¿Tres?
— Apuesto que ambos obtendrán sus puestos — Mencionó Harry, sin percatarse de la repentina tensión que se había creado entre ambos.
El resto del camino se mantuvieron en silencio, cada uno ocupando su mente de distintos pensamientos que se desvanecieron casi en su totalidad al llegar al campo.